salud de la mujer

Mamografía

Importancia de la mamografía

La mamografía es una técnica de diagnóstico radiológico que permite la detección temprana de posibles lesiones mamarias. El estudio cuidadoso de los senos permite identificar incluso pequeñas anomalías, como las microcalcificaciones.

Por esta razón, su efectividad diagnóstica es superior a la palpación clínica, que es capaz de identificar solo lesiones de más de un centímetro.

Un diagnóstico precoz es fundamental ya que permite salvaguardar la salud de la mujer y la integridad de los senos. Se estima que más del 97% del cáncer de mama diagnosticado en una etapa temprana se resuelve positivamente en los próximos 5 años. Por otro lado, si el descubrimiento ocurre en una fase más avanzada, las posibilidades de tratamiento y curación son mucho más limitadas.

Por lo tanto, en primer lugar, la mamografía debe tener un carácter preventivo y no debe ser vista por el paciente como una herramienta de diagnóstico simple. Su repetición en intervalos de tiempo regulares es esencial para prevenir y vencer el tumor maligno más común por la incidencia y la mortalidad en la población femenina.

La eficacia diagnóstica de la mamografía puede reducirse por algunos factores, como la presencia de prótesis, la edad de 50 años, la densidad del tejido glandular y la nunca lactancia.

En particular, antes de los 40 años debemos considerar que la falta de precisión diagnóstica, además de requerir grandes costos económicos, lleva en muchos casos a descubrir falsos positivos, generando un temor innecesario en las mujeres jóvenes y sometiéndolas a investigaciones adicionales que en muchos casos resultan inútiles. .

Insights

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Como hacerlo

La realización del examen no debe asustar de ninguna manera al paciente. Este es un procedimiento simple y estandarizado que no requiere atención especial.

La mamografía no requiere ningún tipo de preparación; no se administran medicamentos y no se requiere el ayuno o el cumplimiento de reglas dietéticas particulares.

La prueba normalmente no es dolorosa y por esta razón no se realiza ningún tipo de anestesia.

La duración promedio es de unos diez minutos y no es necesaria la asistencia de terceros.

La mamografía se realiza con la ayuda de un instrumento radiológico particular llamado mamografía.

Este instrumento puede proyectar un haz de rayos X directamente sobre el seno.

Para hacer que la imagen sea más clara y para reducir las dosis de radiación al mínimo, el seno se coloca sobre un soporte especial y se comprime ligeramente entre dos placas plastificadas. De esta manera, los tejidos adiposos y glandulares se comprimen y disocian, lo que facilita su examen.

Normalmente, dos proyecciones se realizan una desde arriba y la otra desde el lado (dirección mediolateral craneo-caudal y oblicua) para cada mama para un total de cuatro radiografías. El tiempo de compresión y adquisición dura unos pocos segundos y normalmente no causa molestias o inconvenientes particulares. Solo en presencia de hipersensibilidad, el procedimiento puede ser molesto, pero dados los cortos tiempos de compresión, la molestia es más que soportable.

Si la situación lo requiere, el médico podrá hacer proyecciones adicionales para identificar cualquier anomalía con mayor certeza.

La mamografía se utiliza exclusivamente para controlar la situación del seno y, como todas las máquinas, está sujeta a desgaste y cambios tecnológicos.

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