Existente en una forma aguda y crónica y caracterizada por una alteración del estado mental, la encefalopatía hepática es una enfermedad cerebral que surge en presencia de insuficiencia hepática .
El término insuficiencia hepática indica una condición mórbida grave, que se deriva de un hígado dañado irreparablemente e incapaz de realizar varias funciones, como la síntesis de proteínas o la eliminación de agentes infecciosos y toxinas de la sangre.
Según los expertos, para promover la aparición de la encefalopatía hepática, a partir de un estado de insuficiencia hepática, contribuyen factores y circunstancias particulares, que incluyen:
- deshidratación
- Ingesta inadecuada de medicamentos, como benzodiacepinas, narcóticos o antipsicóticos
- Desequilibrios electrolíticos y / o metabólicos (hiponatremia, hipopotasemia, alcalosis, etc.)
- Sobrecarga de nitrógeno, debido, por ejemplo, a una ingesta exagerada de proteínas, sangrado gastrointestinal o estreñimiento
- Intoxicación por alcohol
- Infecciones, en particular neumonía, infecciones del tracto urinario, peritonitis bacteriana, etc.
- hipoxia
- Intervenciones quirurgicas
La presencia de una encefalopatía hepática provoca cambios en los estados mentales, de conciencia y de comportamiento .
Los signos y síntomas típicos de tales alteraciones son numerosos y varían según la gravedad de la enfermedad, a saber: cuanto más se encuentra la encefalopatía hepática en una etapa avanzada, más grave es la sintomatología.
Para facilitar la consulta del cuadro sintomático, los médicos y los expertos han asignado a la patología cuatro fases o etapas (Criterios de West Haven ):
- Durante la etapa 1, el paciente manifiesta una pérdida inicial inicial de conciencia, una ligera falta de atención, pesadillas, sueño nocturno perturbado que resulta en somnolencia diurna, inquietud, depresión, ansiedad y / o irritabilidad.
- Durante la etapa 2, el paciente manifiesta cambios de personalidad, un empeoramiento de la somnolencia, una incapacidad para resolver incluso los problemas simples de la vida cotidiana, las respuestas a estímulos más lentos, los episodios de desobediencia, pesimismo y / o desorientación en el tiempo y el espacio. Generalmente, en estas fases hablamos de letargo o apatía.
- Durante la etapa 3, el paciente incurre en conductas extrañas, tomas repentinas e injustificadas de ira, confusión mental grave, uso de un lenguaje incomprensible, paranoia, somnolencia muy severa y / o irritabilidad constante.
En esta fase de la enfermedad, el examen de los signos revela la presencia de mioclono, que es tic involuntario de uno o más músculos y del signo de Babinski, o un movimiento anómalo del dedo gordo del pie provocado por una estimulación particular a nivel de la planta. del pie.
- Durante la etapa 4, el paciente está en coma, por lo que no responde a ningún estímulo externo.