En cada parpadeo, los párpados depositan una película lagrimal en toda la superficie ocular, que mantiene el ojo humectado y limpio, lo que hace que salgan polvo e impurezas, lo que evita que dañen la córnea. Además, las lágrimas contienen sustancias antibacterianas que evitan el riesgo de infecciones.
Las lágrimas se componen de 3 componentes: una parte acuosa (líquida) prominente hidrata el ojo; una especie de moco viscoso se adhiere a la película lagrimal y protege la córnea; una porción lipídica (aceitosa) evita la evaporación de la película lagrimal.
Las lágrimas basales se componen principalmente de agua, pero también contienen electrolitos (Na +, K + y Cl-), glucosa, proteínas (albúmina, lactoferrina, inmunoglobulinas, etc.), aminoácidos libres, urea, células exfoliadas y lisozima (enzima antibacteriana) .
