salud del oído

Síntomas laberintitis

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definición

La laberintitis es una inflamación del laberinto (estructura del oído interno responsable de mantener la postura y la sensación de equilibrio).

La laberintitis puede ocurrir en forma aguda o crónica, dando lugar a sordera y pérdida de la función vestibular. El proceso inflamatorio a menudo se debe a una infección bacteriana o viral; Esto puede ser el resultado de una otitis o una infección del tracto respiratorio superior. El origen de la laberintitis también puede atribuirse a una lesión en la cabeza (p. Ej., Fractura de la base del cráneo), una meningitis, una reacción alérgica o estrés extremo.

Síntomas y signos más comunes *

  • tinnitus
  • Conati
  • Trastornos del humor
  • fiebre
  • La pérdida de audición
  • meningitis
  • náusea
  • nistagmo
  • otalgia
  • otorrea
  • palidez
  • Pérdida de equilibrio
  • mareo
  • vómitos

Direcciones adicionales

La laberintitis generalmente comienza con una sintomatología aguda y violenta. El funcionamiento inadecuado del sistema vestibular causa alteraciones en el equilibrio y mareos con dolor de cabeza, náuseas y vómitos.

El vértigo puede ocurrir continuamente o presentarse debido a cambios repentinos en la posición o movimientos de la cabeza. En caso de laberintitis, además, pueden producirse zumbidos en los oídos (acúfenos), sensación de fuerte presión y dolor dentro de los oídos (especialmente en el caso de una infección en curso), nistagmo, palidez y disminución de la capacidad auditiva de grado variable. . Otros síntomas asociados son: mareos, ansiedad, fiebre y malestar general.

El diagnóstico se puede realizar mediante una visita de otorrinolaringología. Es posible utilizar una resonancia magnética nuclear o una tomografía computarizada para evaluar el estado del oído interno y excluir patologías más graves. Normalmente, una prueba audiométrica también se asocia para determinar el déficit auditivo.

La terapia de la laberintitis depende de la causa desencadenante (p. Ej., Antivirales o antibióticos dirigidos). El control de los síntomas es posible mediante el uso de diferentes tipos de medicamentos (por ejemplo, antieméticos, anticolinérgicos, sedantes, etc.). El tratamiento quirúrgico se usa generalmente para evitar daños permanentes en el oído.