La esteatorrea es un término médico utilizado para indicar la presencia excesiva de grasa en las heces. Se manifiesta con una abundante emisión de excrementos pastosos, con un aspecto brillante y brillante.
Con una dieta equilibrada se introducen diariamente de 60 a 100 g de lípidos; se habla de esteatorrea cuando el contenido de grasa de las grasas supera los 6-7 gramos (según los autores).
Por lo tanto, la esteatorrea es frecuente en presencia de insuficiencia pancreática, pancreatitis, deficiencia grave de sal biliar o resecciones intestinales extensas. Aunque el estómago está poco involucrado en la digestión de los lípidos, los pacientes que se han sometido a una resección gástrica tienen más probabilidades de encontrar esteatorrea. Cuando el problema es de naturaleza pancreática, la porción lipídica en la dieta se reduce y se prescriben los ácidos grasos de cadena media (MCT), que pueden absorberse bien incluso sin la intervención de la lipasa.
Debido a la complejidad de los sistemas digestivos involucrados, también existe una malabsorción fisiológica de los lípidos, normalmente entre 4 y 6 gramos por día. Una dieta rica en ácidos grasos saturados de cadena larga, que son difíciles de digerir para el cuerpo, puede contribuir a acentuar las dificultades de absorción y con ellos la aparición de esteatorrea.
Los bebés alimentados con leche de vaca tienen más probabilidades de responder al trastorno, ya que este alimento carece de lipasa (una enzima digestiva) que encontramos en la leche materna.
La esteatorrea es un efecto secundario de muchos medicamentos para perder peso basados en la inhibición de las lipasas y otros, como la colestiramina, que secuestran los ácidos biliares para reducir los niveles de colesterol en la sangre. En este sentido, vale la pena recordar que la esteatorrea implica no solo la pérdida de energía, sino también los ácidos grasos esenciales y las vitaminas liposolubles (sustancias esenciales para nuestro bienestar).