El fósforo se encuentra en el cuerpo tanto en forma orgánica como inorgánica, en huesos y dientes (alrededor del 80%), pero también en la sangre y los tejidos blandos.
Los principales contribuyentes son la leche y el queso, pescado, carne, nueces y granos enteros.
La absorción tiene lugar como fosfato inorgánico gracias a la intervención de la vitamina D; Los factores que lo reducen son: la presencia de cationes en la luz intestinal que se forman con las sales insolubles en fosfatos, pH alto y deficiencia de vitamina D.
La eliminación de los fosfatos ocurre con las heces, principalmente en forma inorgánica (es decir, la fracción no absorbida) y con la orina.
La eliminación renal está bajo la influencia de la parathormona, lo que reduce su reabsorción.
La necesidad de fósforo es comparable a la del calcio.
Funciones en el organismo.
El fósforo realiza muchas funciones en el cuerpo:
- como el fosfato tricálcico y la hidroxiapatita es un componente de la fracción mineral de los huesos y los dientes;
- forma enlaces de alta energía, como los presentes en el ATP y en la fosfocreatina (formas de depósito de energía química);
- En la sangre es un importante sistema tampón para la regulación del pH.
- es un constituyente de enzimas, proteínas, fosfolípidos, ácidos nucleicos y nucleótidos;
- regula los procesos bioquímicos importantes, como la captación de glucosa, los mecanismos de fosforilación y la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno;
- Activar algunas vitaminas.
Deficiencia de fósforo
Los casos inadecuados ocurren porque el fósforo está presente en la mayoría de los alimentos de origen animal y vegetal.
Las deficiencias de fósforo se deben a sustancias presentes en los alimentos que dificultan su absorción o uso de antiácidos y se manifiestan con debilidad, desmineralización de los huesos, anorexia y malestar.