traumatología

Hematomas: Curación

El tratamiento ideal para los hematomas depende de la gravedad del trauma sufrido o, en cualquier caso, de la gravedad de la enfermedad subyacente y de la ubicación involucrada.

Hematomas: definición y causas.

Como sabemos, el hematoma es una acumulación de sangre en un tejido o en un órgano, acumulado después de la ruptura de un vaso sanguíneo, ya sea un capilar o cualquier otro conducto del sistema circulatorio. La sangre, al no encontrar salidas, se concentra y se acumula en la región comprometida.

El hematoma, además del traumatismo y los moretones, puede ser causado por varios factores: alteración de la coagulación (plaquetenia, hemofilia), heridas quirúrgicas, leucemia y terapia con fármacos anticoagulantes (por ejemplo, heparina, dicumarol, etc.).

Dada la heterogeneidad de las causas desencadenantes, es comprensible que existan muchos tratamientos para el hematoma.

Elección de cuidado

Además, es importante considerar otro elemento fundamental: la elección del tratamiento ideal para los hematomas también está relacionada con la ubicación de la lesión, así como con la gravedad del trauma sufrido. Es evidente que un hematoma superficial no será tan grave como un hematoma cerebral.

Según esto, está claro cómo el enfoque para el tratamiento de los hematomas es diferente y heterogéneo.

Cura para hematomas superficiales.

Los HEMATOMS DE RESOLUCIÓN SIMATAR no requieren ningún tratamiento médico específico: la sangre acumulada en el tejido de la coágula se reabsorbe lentamente. El cambio en los colores del hematoma (primero de rojo a azul, luego de púrpura a verde amarillento) es una señal importante, una pista de la cual es posible comprender que el hematoma está reabsorbiendo.

Sin embargo, es posible tomar algunas medidas pequeñas para acelerar el tiempo de curación del hematoma, sin tomar medicamentos o someterse a tratamientos quirúrgicos.

Un hematoma de bajo grado se absorbe más rápidamente cuando se trata con hielo (crioterapia): la aplicación de una bolsa de hielo directamente sobre el hematoma superficial favorece una vasoconstricción, que limita la fuga de sangre de los vasos dañados por el hematoma.

NO aplique hielo directamente sobre el hematoma: si no tiene una bolsa de hielo especial, se recomienda envolver algunos cubitos de hielo (u otros productos congelados) en un paño de cocina. A continuación, aplicar el conjunto sobre el hematoma. Este simple truco está indicado para reducir posibles quemaduras por frío.

Además de la extraordinaria capacidad vasoconstrictora, el hielo ejerce de manera excelente otra función terapéutica: aplicada sobre el hematoma, la compresa fría crea una especie de anestesia, por lo que actúa como un anestésico suave. La bolsa de hielo debe colocarse directamente sobre el hematoma superficial y dejarse allí durante unos diez minutos. Repita la aplicación varias veces al día (aproximadamente 2-3 aplicaciones cada hora), durante 2-3 días.

Solo cuando el hematoma superficial es extenso y doloroso, se recomiendan cuidados paliativos complementarios: en estas circunstancias, se recomienda tomar AINE, analgésicos y medicamentos antiinflamatorios que enmascaren temporalmente el dolor causado por el hematoma. La aplicación de ungüentos antiinflamatorios también es un buen remedio para aliviar el dolor.

Curaciones para hematomas subungueales.

Aunque no es una emergencia médica, los hematomas subungueales son extremadamente dolorosos: tanto, que muchos sujetos, inmediatamente después de un fuerte trauma en el nivel de la uña, tienden a desmayarse. En este caso, además de la aplicación de hielo en el dedo afectado, es posible recurrir a otros tratamientos: cuando el lecho ungueal y los bordes de la uña están intactos, es posible intervenir perforando. Esta técnica, también conocida como trepanación, consiste en la perforación de la uña con un instrumento especial calentado (aguja). La punta de la aguja ejerce una ligera compresión sobre la uña: al hacerlo, se forma un pequeño orificio a partir del cual fluye la sangre. La presión de la aguja en la uña no debe ser excesiva y debe hacerse correctamente: respetando esta práctica, la maniobra es totalmente indolora, por lo que no es necesaria la anestesia local.

En el caso de un hematoma subgeugeal más grave, es posible extraer la uña.

Si el hematoma se extiende y el moretón es violento, es recomendable someterse a una prueba radiológica para excluir una posible fractura de la falange.

Curaciones para hematomas complejos.

No todos los moretones son evidentes: algunos, los más profundos, no son visibles, pero son extremadamente peligrosos. En tales situaciones, la cura debe ser rápida e inmediata, para evitar secuelas irremediables.

En algunos casos, por lo tanto, se requiere una operación quirúrgica, útil no solo para determinar la fuente del sangrado, sino también y sobre todo para eliminar el hematoma.

Bajo guía ecográfica, el hematoma se vacía: esta maniobra se debe realizar en un entorno hospitalario, en condiciones asépticas (esterilidad completa).

Los hematomas craneales en general deben ser evacuados quirúrgicamente: la eliminación de la masa reduce, en consecuencia, también la presión ejercida por el hematoma en el cerebro. El hematoma se evacua a través de un orificio hecho directamente en el cráneo (craneotomía).

Cualquier infección concomitante debe tratarse con un tratamiento antibiótico específico. Por ejemplo, los hematomas resultantes de heridas quirúrgicas pueden promover la aparición de una infección, lo que requiere atención inmediata para prevenir la propagación de patógenos en otros distritos.

A menudo, el tejido afectado por el hematoma evoluciona a fibrosis, por lo tanto, hay un aumento exagerado en el componente conectivo fibroso, en detrimento de las células parenquimatosas. Esta situación, típica de los hematomas musculares y subcutáneos, puede dar lugar a calcificación, responsable del dolor y engrosamiento del tejido afectado. En este sentido, la mejor cura para la curación del hematoma es la terapia de ondas de choque: es una estrategia terapéutica útil para promover y aumentar la capilarización local y el metabolismo celular, favoreciendo el proceso de reparación espontánea del tejido, por lo tanto, Reabsorción del hematoma.