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definición
El hipogonadismo masculino consiste en una disminución de la función testicular, lo que conduce a una secreción inadecuada de andrógenos y / o un déficit en la producción de esperma.
Las causas son múltiples. El hipogonadismo masculino puede deberse a una enfermedad testicular que compromete la producción de testosterona y / o altera los túbulos seminíferos, con oligospermia (o azoospermia) y aumento de la hormona folicular estimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH) ( hipogonadismo primario). En otros casos, el hipogonadismo masculino se deriva de trastornos del eje hipotalámico-hipofisario que altera la secreción de gonadotropina y puede conducir a impotencia y / o infertilidad (hipogonadismo secundario). Ambos pueden ser congénitos (presentes desde el nacimiento) o adquiridos, como resultado de la enfermedad, el envejecimiento y el uso de drogas. La causa más frecuente de hipogonadismo primario es el síndrome de Klinefelter. El hipogonadismo masculino también puede resultar de una insensibilidad de los tejidos a los andrógenos.
Síntomas y signos más comunes *
- alopecia
- astenia
- asthenospermia
- Atrofia testicular
- azoospermia
- Caída en el deseo sexual.
- criptorquidia
- depresión
- Dificultad de concentración.
- Disfuncion erectil
- Trastornos del humor
- ginecomastia
- insomnio
- esterilidad
- hipospadias
- nerviosismo
- osteopenia
- osteoporosis
- teratozoospermia
Direcciones adicionales
La edad de inicio condiciona la presentación clínica. El hipogonadismo congénito puede comenzar en el primer, segundo o tercer trimestre de la vida fetal, lo que resulta en una diferenciación sexual masculina inadecuada. Así, podemos observar anomalías que van desde la ambigüedad de los genitales externos (pseudohermafroditismo masculino o feminización total) hasta la micropenia (eje del pene de tamaño patológicamente reducido) y criptorquidia (descenso incompleto o ausente de los testículos en el asiento escrotal).
El hipogonadismo con inicio en la infancia, por otro lado, tiene pocas consecuencias obvias y generalmente solo se muestra cuando hay un retraso en la pubertad. La deficiencia de testosterona, si no se trata, altera el desarrollo de las características sexuales secundarias y puede provocar un desarrollo muscular deficiente, un tono de voz alto, cuerpo raro en el cuerpo y un crecimiento inadecuado del pene y los testículos.
El hipogonadismo que se inicia en la edad adulta se manifiesta de varias maneras según el grado y la duración de la deficiencia de andrógenos. Cualquier enfermedad sistémica aguda puede disminuir temporalmente los niveles de testosterona, FSH y LH en adultos. Como consecuencia, son frecuentes: disminución de la libido, disfunción eréctil, trastornos del sueño y cambios en el estado de ánimo, como depresión y enojo. Después de varios meses o años, puede producirse una reducción de la masa muscular con astenia, aumento de la grasa visceral, atrofia testicular, osteopenia, ginecomastia y vello corporal escaso. El diagnóstico se confirma con la dosis de FSH, LH y niveles de testosterona. El tratamiento varía según la etiología, pero por lo general incluye un tratamiento adecuado con gonadotropina sustitutiva.