salud intestinal

coprolitos

generalidad

En el campo médico, el término "coproliti" significa indicar pequeñas masas de materia fecal endurecida y calcificada, similares a los pequeños cálculos, que se forman en la luz intestinal.

Curiosidad: en paleontología, la coprolita - del griego kópros (estiércol) y líthos (piedra) - es un excremento, producido por un animal vivido en el pasado, que ha fosilizado. En la foto un coprolito de dinosaurio.

La formación de estas masas fecales calcificadas, aunque no se considera una verdadera patología, podría dar lugar, o podría ser la complicación, de algunas enfermedades intestinales que se propagan especialmente en los países industrializados.

incidencia

Los copolitos pueden formarse por igual en pacientes masculinos y femeninos, y pueden ocurrir a cualquier edad como resultado del estreñimiento y la desaceleración del tránsito intestinal.

Sin embargo, en pacientes ancianos, en los que existe una mayor estasis fecal, asociada con una actividad física reducida y un aumento en un estilo de vida sedentario, la formación de coprolitos está particularmente extendida.

causas

Los coprolitos se forman por estancamiento en el lumen intestinal de las heces, que por lo tanto no se expulsan y sobre las cuales se depositan las sales inorgánicas que causan el endurecimiento y la calcificación.

La formación de coprolitos, por lo tanto, se debe principalmente a la presencia de trastornos como, por ejemplo, el estreñimiento y la disminución de la motilidad intestinal.

Enfermedades asociadas

Como se mencionó, la formación de coprolitos no se considera una enfermedad real, y estas masas difícilmente pueden causar daños graves, ya que generalmente se excretan en las heces. Sin embargo, si esto no sucede y si la función intestinal no se restablece, el tamaño de los coprolitos puede aumentar hasta que alcancen grandes dimensiones, como para causar una obstrucción intestinal con sus consecuencias.

Además, dependiendo del área del intestino en el que se forman, los coprolitos pueden dar lugar o complicar algunas enfermedades del intestino.

Más detalladamente, si los coprolitos se acumulan en el apéndice, podrían representar la causa desencadenante del inicio de la apendicitis, que es la inflamación del apéndice vermiforme que comienza en la sección inicial del intestino grueso. Este fenómeno está bastante extendido; de hecho, se estima que la causa del 35% de los casos de apendicitis se encuentra, de hecho, en la acumulación de coprolitos en el sitio apendicular.

Cuando, en cambio, los coprolitos se acumulan al nivel de uno o más divertículos patológicos, pueden provocar inflamación (y, en algunos casos, la infección), por lo que pueden jugar un papel muy importante en el inicio de la llamada diverticulitis (una complicación de diverticulosis).

Los síntomas

En general, la formación de coprolitos no causa una sintomatología típica, que en cambio aparece cuando su presencia determina el inicio o la complicación de patologías y trastornos como la obstrucción intestinal, la apendicitis y la diverticulitis.

Aunque cada una de las enfermedades intestinales asociadas con la formación de coprolitos da lugar a diferentes manifestaciones clínicas, algunos de los síntomas que pueden ocurrir en tales condiciones son comunes a todas las patologías mencionadas anteriormente. Entre estos, mencionamos:

  • Dolor abdominal en la zona afectada;
  • Dolor abdominal a la palpación;
  • Abdomen agudo
  • Atonía intestinal;
  • Calambres abdominales;
  • fiebre;
  • Náuseas y vómitos.

Remedios para los coprolitos

Como se dijo, la formación de coprolitos es la consecuencia de trastornos como el estreñimiento y la desaceleración del tránsito intestinal. Por este motivo, el remedio más adecuado para facilitar su eliminación y, al mismo tiempo, prevenir su formación, consiste precisamente en fomentar en la mayor medida posible la funcionalidad del intestino y la regularidad de las evacuaciones.

Para lograr el objetivo mencionado anteriormente, es esencial seguir una dieta variada y equilibrada, caracterizada por un rico suministro de fibras vegetales (frutas y verduras) y por la ingesta de cantidades adecuadas de líquidos (al menos un litro y medio de agua al día), lo cual es necesario para asociar un estilo de vida saludable caracterizado por un buen nivel de actividad física.

Seguir estas simples precauciones es un método extremadamente eficaz para promover y regular el tránsito intestinal, previniendo así la formación de coprolitos y enfermedades asociadas.

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