salud de la piel

Síntomas de impétigo

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definición

El impétigo es una infección contagiosa de la piel debido a dos tipos de bacterias: estreptococos y / o estafilococos. Por lo general, afecta a niños menores de 10 años, pero también puede afectar a adultos.

El impétigo puede ser la consecuencia de cualquier tipo de herida en la piel: un corte, una excoriación o una picadura de insecto. La enfermedad es favorecida por el clima cálido y húmedo. El impétigo se transmite fácilmente de una persona a otra por contacto directo o indirecto a través del uso mixto de ropa de cama, toallas y otros artículos personales. Incluso los lugares húmedos frecuentados por muchas personas favorecen la propagación de la infección (por ejemplo, piscinas, gimnasios, etc.).

Síntomas y signos más comunes *

  • burbujas
  • eritema
  • escara
  • fiebre
  • ampollas
  • Formación de pus
  • linfangitis
  • picazón
  • pústulas
  • ampollas

Direcciones adicionales

El impétigo es una infección superficial de la piel que puede ser ampollar o no.

La forma ampollar se manifiesta inicialmente con parches rojos bien definidos en los que se forman vesículas y burbujas que contienen suero y pus. Si una persona entra en contacto con el material contenido en estas lesiones, contrajo la enfermedad. Cuando la burbuja se rompe, se produce la formación de finas costras.

El impétigo no bulloso, por otro lado, se caracteriza por la aparición de vesículas o pústulas que se rompen y dan lugar a gruesas costras, rodeadas de piel enrojecida e inflamada. Esta segunda forma es por lo tanto similar al impétigo bulloso, con la diferencia de que las vesículas no se ensanchan rápidamente para formar burbujas.

El prurito es un síntoma frecuente: el rascado facilita la propagación de la infección a la piel adyacente y no adyacente. Algunas veces el impétigo puede ocurrir con fiebre (alrededor de 38 ° C) y malestar general. Las complicaciones más graves solo pueden ocurrir en personas con un sistema inmunitario debilitado.

El diagnóstico es muy simple y, en general, basta con visitar al médico y un examen de cultivo para aislar el germen responsable de la infección. El impétigo debe tratarse con antibióticos para uso local o sistémico. Además, es necesario lavar frecuentemente las manos, la ropa de cama y, en general, los objetos entran en contacto con la persona afectada.