salud del sistema nervioso

Accidente Cerebrovascular - Diagnóstico, Tratamiento, Prevención

diagnóstico

Después de un episodio de accidente cerebrovascular, es esencial conocer el diagnóstico clínico y los exámenes instrumentales:

  • El tipo de accidente cerebrovascular (isquémico o hemorrágico)
  • El área del cerebro afectada.
  • Las causas

No es difícil reconocer un derrame cerebral, porque los signos son inconfundibles. Sin embargo, profundizar el diagnóstico mediante la recopilación de información sobre sus características ayuda a planificar el tratamiento más adecuado y evitar posibles recaídas futuras.

Como ya se mencionó, el accidente cerebrovascular es una emergencia médica y, como tal, debe tratarse con prontitud, incluso a partir del diagnóstico. Por lo tanto, se necesita velocidad y precisión.

OBJETIVO EXAMEN

El médico pregunta al paciente, si puede hablar, y a la familia (o los que estaban con el paciente) sobre las características de los síntomas.

Figura: angio-MR de un cerebro. Desde el sitio: neuros.net

También es esencial saber si el individuo ha sufrido un traumatismo craneal, si tiene antecedentes familiares de accidente cerebrovascular, AIT o enfermedad cardíaca, si padece hipertensión crónica o colesterol alto, etc.

EXÁMENES DE SANGRE

Existen análisis de sangre muy rápidos, que miden la coagulación de la sangre y el azúcar en la sangre. La tendencia a formar coágulos y un alto nivel de azúcar en la sangre proporcionan información importante sobre el tipo de accidente cerebrovascular y las causas de este último.

También es posible medir algunas moléculas vinculadas a un proceso inflamatorio, cuya posible presencia puede significar una infección en curso.

EXÁMENES INSTRUMENTALES

El diagnóstico instrumental es amplio, proporciona un número variado de pruebas y sirve sobre todo para aclarar las causas y los métodos de apoplejía. A continuación se muestra una guía de los exámenes realizados y sus características.

Examen instrumental

Para que es
TAC (tomografía axial computarizada) directa y angio-CT scan

Muestra, en detalle, el cerebro y permite entender el tipo de ictus. Reconoce si hay otros trastornos cerebrales, como un tumor. Si se usa líquido de contraste (angio-TAC), se puede observar el flujo de sangre en los vasos arteriales y venosos del cuello y el cerebro.

Resonancia nuclear magnética (MRI) y angio-MRI

Proporciona una imagen detallada del cerebro e identifica el tejido dañado por un accidente cerebrovascular isquémico y hemorrágico. También en este caso, es posible visualizar el flujo sanguíneo en los vasos arteriales y venosos, utilizando un líquido de contraste (angio-MR).

Ecografía carotídea

Mostrar, precisamente, el interior de las arterias carótidas del cuello. Si hay placas ateroscleróticas, éstas se identifican.

Angiografia cerebral

Por medio de un líquido de contraste, inyectado adecuadamente, se puede ver (rayos X) cómo fluye la sangre dentro de los grandes vasos, que llegan al cerebro.

Ecocardiograma y ecocardiograma transesofágico.

Si el accidente cerebrovascular es de tipo embólico isquémico, permite la identificación del émbolo desde qué punto del corazón. El ecocardiograma transesofágico utiliza una sonda de ultrasonido, que se inserta a través del esófago y muestra el corazón y cualquier coágulo.

terapia

La elección de la terapia más adecuada después de un episodio de accidente cerebrovascular depende, en primer lugar, del tipo de accidente cerebrovascular (isquémico o hemorrágico) y, en segundo lugar, del área del cerebro involucrado y la causa desencadenante. Para comprender la importancia de estas recomendaciones, se piensa que, en casos de accidente cerebrovascular isquémico, se administran fármacos antitrombóticos y anticoagulantes (como la aspirina), mientras que los fármacos coagulantes se administran a pacientes con un accidente cerebrovascular hemorrágico, es decir, Efectos opuestos a los anteriores.

Como ya se mencionó, el diagnóstico temprano, la rapidez y la rapidez de la intervención son fundamentales.

TICs isquímicos

Si el accidente cerebrovascular es de tipo isquémico, es necesario restablecer el flujo de sangre dentro de los vasos obstruidos que pasan a través del cerebro.

Tratamiento farmacológico

Para más información: Medicamentos para el tratamiento del ictus.

Los fármacos adecuados para este propósito son los antitrombóticos (o trombolíticos ) y los anticoagulantes . Se utilizan para prevenir la formación de trombos y para diluir la sangre.

  • La aspirina

    Es el principal fármaco antitrombótico para el tratamiento inmediato del accidente cerebrovascular isquémico. Además de tener un poder preventivo, su administración continúa incluso después de la emergencia.

  • Plasminógeno recombinante ( TPA ) activador tisular .

    Se administra por vía intravenosa en un brazo. Tiene una función trombolítica, es decir, disuelve los coágulos de sangre presentes dentro de los vasos sanguíneos.

  • Otros anticoagulantes .

    Son heparina, clopidogrel, warfarina o dipiridamol. Rara vez se usan en emergencias, donde el tiempo es limitado, porque no tienen una acción inmediata. Se vuelven más útiles al final de la emergencia.

Tratamiento quirurgico

Si la condición del paciente lo requiere, es necesario intervenir quirúrgicamente. El cirujano puede realizar diversos procedimientos de intervención, todos ellos útiles para liberar los vasos sanguíneos ocluidos parcial o totalmente de un coágulo o de una placa aterosclerótica.

  • Administración, directamente in situ, de la TPA.

    El cirujano inserta un pequeño catéter en un vaso arterial del paciente y lo lleva al cerebro. Aquí, el catéter libera TPA directamente al lugar donde se ha obstruido el coágulo de sangre. Tiene un efecto más rápido que la administración intravenosa.

  • Eliminación mecánica del coágulo sanguíneo.

    El cirujano usa un catéter con un dispositivo en particular para agarrar y eliminar los coágulos de sangre.

  • Endoarteriectomía carotídea

    Se pone en práctica cuando la obstrucción del flujo sanguíneo se encuentra en el nivel de la carótida. El cirujano, a través de una incisión a nivel del cuello, puede intervenir en la arteria carótida, sustituyendo la porción ocluida de la placa aterosclerótica con pequeños trozos de tejido artificial. Una vez que se completa la operación, se cierra la incisión.

  • Angioplastia y stent

    El cirujano inserta un stent, o un tubo de metal expansible, en el nivel de la carótida. Conducido hasta el punto donde hay una oclusión, el tubo se infla para reabrir el vaso obstruido por la placa aterosclerótica.

ICTUS DE EMERGENCIA

Si el accidente cerebrovascular es hemorrágico, deténgase y verifique la pérdida de sangre actual y reduzca la presión creada por este último.

Tratamiento de emergencia de drogas

El accidente cerebrovascular hemorrágico requiere la administración de fármacos coagulantes para detener el sangrado. Estos son aún más indispensables si el paciente con apoplejía toma (por otras razones) medicamentos anticoagulantes (warfarina, agregados antiplaquetarios, etc.). Después de esta primera intervención terapéutica, el paciente se mantiene en observación, como medida de precaución y esperando que el hematoma se reabsorba.

Si el sangrado ha sido evidente, puede requerirse la extracción de la sangre derramada, ya que ejerce una presión muy peligrosa en el cerebro.

Tratamiento quirurgico

Se ha dicho que en el origen de un accidente cerebrovascular hemorrágico puede haber un aneurisma o una malformación arteriovenosa congénita. Por lo tanto, después de un episodio de este tipo, puede requerirse la reparación quirúrgica de la arteria con formato incorrecto o el golpe del aneurisma.

Las posibles intervenciones son:

  • La craneotomia

    El cirujano hace una incisión y extrae una parte del cráneo, donde se produjo el accidente cerebrovascular hemorrágico. De este modo, tiene libre acceso a los vasos arteriales dañados por el trastorno y puede repararlos. También debe asegurarse de que el coágulo de sangre en formación no ocluya los vasos.

  • Recorte de aneurisma

    El cirujano, después de la craneotomía, aplica una especie de pinza (clip) a la base del aneurisma, para evitar que la sangre vuelva a fluir hacia ella, con el riesgo de romperla nuevamente.

  • La extirpación de la malformación arteriovenosa.

    El cirujano elimina esta anomalía siempre que sea posible para reducir el riesgo de otro episodio de accidente cerebrovascular.

EL CAMINO DE REHABILITACIÓN

La rehabilitación, para un paciente afectado por un accidente cerebrovascular, es un paso fundamental y obligatorio. De hecho, sin él, la recuperación de algunas facultades (de un tipo motor, de lenguaje, de equilibrio, etc.) no sería posible. El proceso de rehabilitación le devuelve fuerza y ​​coordinación al paciente y le permite regresar, casi siempre, a una vida independiente.

Obviamente, la recuperación no es lo mismo para todos: los pacientes con accidentes cerebrovasculares graves merecen mucha más atención y se dice que recuperan todas sus funciones motoras o de lenguaje; por el contrario, los pacientes con accidentes cerebrovasculares menos graves tienen más probabilidades de recuperarse.

Factores que hacen que la recuperación sea más lenta y más difícil:

  • Área delicada del cerebro que controla múltiples funciones
  • Severidad del accidente cerebrovascular
  • Notable extensión del daño cerebral.
  • Edad avanzada del paciente.
  • El estado de salud del paciente no es óptimo

ESPECIALISTAS EN REHABILITACION

Los especialistas que tratan con un paciente afectado por un accidente cerebrovascular son diferentes: van desde el neurólogo hasta el terapeuta del habla, desde el fisioterapeuta hasta el dietista, desde el fisiatra hasta el psiquiatra, etc.

La ayuda de ciertos expertos depende del área del cerebro afectada. Como hemos visto, de hecho, el hemisferio izquierdo del cerebro controla los músculos y las facultades del área derecha; por lo tanto, las deficiencias posteriores al accidente cerebrovascular también serán diferentes y requerirán vías de rehabilitación específicas.

pronóstico

El pronóstico, para un individuo afectado por un accidente cerebrovascular, depende de varios factores, que ya se mencionaron anteriormente, como:

  • Gravedad y extensión del ictus. Cuanto más se extienda el golpe, más grave y difícilmente recuperable será el daño.
  • Oportunidad y calidad de la asistencia. Cuanto antes actúes, menor será el daño cerebral.
  • Edad del paciente. Un paciente mayor es más difícil de tratar, incluso desde el punto de vista de la rehabilitación.
  • Causas del ictus. Existen causas, tales como enfermedades del corazón, predisposición familiar, etc., menos tratables y prevenibles que otras.
  • Estado de salud del paciente. El paciente puede sufrir otras afecciones, como la hipertensión crónica, que dificultan el tratamiento y la recuperación posterior al accidente cerebrovascular.
  • Calidad de la rehabilitación. Cuanto mejor sea el camino de rehabilitación, mayores serán los beneficios.

Todos estos factores son igualmente importantes, sin embargo, se ha pensado que se reserva una atención específica a un aspecto particular del pronóstico: la recuperación psicológica del paciente. Este último pasa repentinamente de una vida normal (antes del accidente cerebrovascular) a una vida altamente condicionada y, a veces, depende de otras personas (después del accidente cerebrovascular). Esto inevitablemente causa depresión y depresión. Para hacer frente a esta situación, es necesario apoyar a los psicoterapeutas y miembros de la familia, quienes deben alentar al paciente a enfrentar las consecuencias de un derrame cerebral con vigor.

prevención

Cuando hablamos de prevención de accidentes cerebrovasculares nos referimos no solo al momento anterior a la aparición del trastorno, sino también a las situaciones posteriores, en las que ya ha aparecido la patología. De hecho, en general, existen tres niveles de prevención: primaria, secundaria y terciaria.

La prevención primaria de la enfermedad se implementa, en primer lugar, a través del control de los valores de la presión arterial, adoptando un estilo dietético equilibrado (con especial atención a la sal y los excesos en general) y la práctica regular de la actividad física. La prevención secundaria se basa, en cambio, en el diagnóstico precoz y en la terapia quirúrgica, farmacológica y conductual de las afecciones patológicas predisponentes. Finalmente, la prevención terciaria está dirigida a aquellos sujetos que ya han sufrido un derrame cerebral y tienen un riesgo bastante alto de recurrencia; También en estos casos, el tratamiento hace uso de medidas conductuales de carácter general, farmacológicas (generalmente antiplaquetarias y anticoagulantes) y quirúrgicas.

Medidas preventivas, contra ictus y infarto de miocardio:

  • Compruebe periódicamente la presión y manténgala a niveles adecuados.
  • Mantenga bajos los niveles de colesterol en la sangre.
  • No fumes
  • Cuidado de la diabetes
  • Pierde peso si tienes sobrepeso
  • Dieta rica en frutas y verduras.
  • Practicar ejercicio regularmente
  • No beba alcohol (si está preparado) y, en general, no exceda la cantidad
  • No consuma drogas, como la cocaína, etc.