salud del higado

Síntomas de hepatitis fulminante

definición

La hepatitis fulminante es un síndrome raro caracterizado por una necrosis masiva del parénquima hepático. El resultado es un deterioro grave de la función hepática, que a menudo conduce a la muerte del paciente. Esta reacción violenta usualmente ocurre en la hepatitis viral o inducida por alcohol, agentes tóxicos (por ejemplo, amanita phalloides medicamentos y toxinas) y algunos medicamentos (por ejemplo, una ingesta excesiva de paracetamol).

El virus de la hepatitis B (VHB) es responsable de la mayoría de los casos, especialmente en la coinfección con VHD. La hepatitis fulminante de los virus de la hepatitis A, C y E, por otro lado, es bastante rara. Las infecciones con el virus de Epstein-Barr (EBV), el citomegalovirus y el herpes simple también pueden ayudar. Otros casos reconocen un origen vascular, autoinmune y metabólico.

Síntomas y signos más comunes *

  • anorexia
  • astenia
  • caquexia
  • coma
  • Dificultad de concentración.
  • Desorientación temporal y espacial.
  • Trastornos del humor
  • Dolor abdominal
  • Dolor en la parte superior del abdomen.
  • hematomas
  • Edema cerebral
  • Hemorragia gastrointestinal
  • Facilidad de sangrado y moretones
  • Dejé claro
  • El aumento de la urea en sangre
  • ictericia
  • letargo
  • leucopenia
  • náusea
  • oliguria
  • trombocitopenia
  • picazón
  • modorra
  • Estado confusional
  • Orina oscura
  • vómitos

Direcciones adicionales

La hepatitis fulminante evoluciona muy rápidamente y conduce a insuficiencia hepática aguda. De inicio, aparece dolor en la parte superior derecha del abdomen, náuseas, vómitos, ictericia (coloración amarillenta de la piel y esclera de los ojos), feto hepático (aliento con olor dulce) y sensación de malestar general. Se pueden desarrollar coagulopatías, hemorragias, anomalías electrolíticas y síndrome epatorrenal (rápidamente progresivo y mortal).

En unos pocos días, el proceso determina la reducción del tamaño del hígado (atrofia aguda amarilla) y conduce a una encefalopatía sistémica. Esta condición se manifiesta por cambios en el estado de ánimo, dificultad en la concentración, confusión, desorientación y somnolencia. En una etapa avanzada, el coma se hace cargo, a veces con edema cerebral y cuadro isquémico.

La prolongación del tiempo de protrombina, la encefalopatía sistémica portuaria y la insuficiencia renal tienen una importancia ominosa. Pocos tratamientos son efectivos y mejoran el resultado de las complicaciones de la hepatitis fulminante. Actualmente, un trasplante de hígado realizado con la máxima urgencia es la mejor esperanza para la supervivencia. En ausencia de trasplante, la hepatitis fulminante se relaciona con una tasa de mortalidad muy alta.