endocrinología

Síntomas de gozzo

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definición

El bocio es un trastorno caracterizado por un aumento en el volumen de la tiroides. Esta anomalía puede representar un problema del pasajero o el síntoma de una enfermedad más grave.

El agrandamiento de la glándula tiroides puede o no estar acompañado por alteraciones en la función de la glándula (ya sea en el sentido de una disminución → hipotiroidismo, o en el sentido de un aumento → hipertiroidismo). Por lo tanto, basado en el estado funcional de la tiroides, el bocio puede ser tóxico (asociado con hipertiroidismo) o no tóxico (no tiene un origen inflamatorio o neoplásico y no está acompañado de hipertiroidismo o hipertiroidismo).

El bocio puede ser causado por defectos congénitos relacionados con el proceso de síntesis de hormonas tiroideas o deficiencia de yodo (debido a la baja ingesta de la misma o, más raramente, a la ingesta excesiva de gozzygens). El agrandamiento de la tiroides también puede derivarse del uso de medicamentos, en particular aquellos que pueden reducir la actividad de la glándula (por ejemplo, amiodarona u otros compuestos que contienen yodo, litio, etc.). Otras causas posibles son la inflamación de la tiroides, como la tiroiditis de Hashimoto y la proliferación tisular de origen tumoral. El bocio no tóxico se observa de manera transitoria también en la pubertad, durante el embarazo y en la menopausia.

Síntomas y signos más comunes *

  • Bajando de la voz
  • afonía
  • disfagia
  • disfonía
  • disnea
  • Masa o hinchazón en el cuello.
  • Nudo en la garganta
  • nódulo
  • odinofagia
  • Parálisis de las cuerdas vocales.
  • ronquera
  • chillido

Direcciones adicionales

En cuanto a los síntomas, existe un marco común para todas las diversas formas de bocio. Cualquiera que sea su origen, el bocio tiroideo se manifiesta con la aparición de una protuberancia no dolorosa en la región anterior del cuello, que puede ser más o menos evidente. Si la hinchazón es excesiva, puede ser un problema estético y la masa puede comprimir la tráquea y el esófago subyacentes, causando ronquera, problemas al tragar, asfixia y dificultad para respirar.

Desde el punto de vista morfológico, es posible distinguir entre bocio difuso (toda la tiroides aumenta uniformemente su tamaño) y bocio nodular (caracterizado por una o más inflamaciones circunscritas a una sola parte de la tiroides).

Cuando el aumento del tamaño de la glándula se determina por hipertiroidismo o hipotiroidismo, las manifestaciones características de la enfermedad subyacente se agregan a los síntomas mencionados anteriormente.

El aumento del volumen de la tiroides se puede evaluar mediante la inspección del cuello, la palpación de la glándula y la realización de exámenes de sangre relacionados con la función tiroidea (niveles de TSH, anticuerpos antitiroideos, dosis de tiroxina y triyodotironina). Los exámenes instrumentales realizados con mayor frecuencia en el caso del bocio son la ecografía y la gammagrafía tiroidea. La ecografía de la tiroides evalúa especialmente el tamaño de la inflamación y la posible presencia de quistes o nódulos. La gammagrafía, por otro lado, determina la hipo o la hiperfunción de cualquier nódulo identificado. Si se sospecha que estas inflamaciones pueden ser malignas, la aguja aspirada permite aclarar la naturaleza del propio nódulo.

El tratamiento depende del estado funcional de la tiroides y del tamaño del cultivo. La terapia no es necesaria si el cultivo está contenido y el paciente está asintomático. Sin embargo, cuando la glándula tiroides está en funcionamiento o hiperfunción, el tratamiento se dirige a la causa subyacente. En la mayoría de estos casos, la terapia farmacológica o radiometabólica permite una reducción gradual del cultivo. Si el agrandamiento de la tiroides es muy grande, puede ser necesaria una extirpación quirúrgica parcial de la glándula.