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definición
La endocarditis infecciosa es una inflamación del revestimiento interno del corazón (llamada endocardio) y de las válvulas cardíacas, causada por una infección.
En condiciones normales, los agentes infecciosos no se adhieren fácilmente a la superficie endocárdica y el flujo sanguíneo continuo ayuda a prevenir la colonización de las estructuras cardíacas.
La endocarditis infecciosa se produce cuando los microorganismos, desde otras partes del cuerpo (piel, cavidad bucal, intestino o tracto urinario), se propagan a través del torrente sanguíneo (bacteriemia), superan la respuesta inmunitaria normal a las infecciones y llegan al corazón donde radican. .
Los factores que predisponen a la infección son enfermedades cardíacas congénitas adquiridas (p. Ej., Valvulopatías, fiebre reumática y miocardiopatía hipertrófica) e implante de prótesis valvular.
La endocarditis también puede ser consecuencia de procedimientos dentales, médicos o quirúrgicos invasivos.
Los microorganismos causales varían según el sitio de la infección y la fuente de la bacteriemia, pero más comúnmente la infección del endocardio es de origen bacteriano (los estreptococos y los estafilococos causan el 80-90% de los casos). Los agentes infecciosos pueden organizarse formando masas llamadas "vegetaciones"; estas lesiones características consisten en micro colonias de microorganismos, incrustadas en una red de plaquetas, fibrina y algunas células inflamatorias. El riesgo es que estas masas celulares actúen de manera similar a los coágulos de sangre, desencadenando fenómenos embólicos o induciendo insuficiencia cardíaca.
La endocarditis puede ocurrir a cualquier edad. Los adictos a las drogas que toman drogas intravenosas y las personas inmunocomprometidas tienen un mayor riesgo de enfermarse.
El curso de la endocarditis infecciosa puede ser asintomático, subagudo o agudo.
Síntomas y signos más comunes *
- anemia
- anorexia
- Aortite
- arritmia
- astenia
- Aumento de la ESR
- bacteriemia
- bacteriuria
- escalofríos
- caquexia
- palpitaciones
- disnea
- Dedos del palillo
- Dolor en un lado
- Dolor de pecho
- Dolor de bazo
- Dolor en la parte superior del abdomen.
- Dolores en las articulaciones
- Dolores musculares
- edema
- Hemorragia subungueal
- hemoptisis
- Empiema pleural
- fiebre
- Piernas hinchadas
- Dolor de cabeza
- nódulo
- palidez
- Perdida de peso
- petequias
- piuria
- proteinuria
- Sangre en la orina
- Sentido de asfixia
- Sindrome nefritico
- Sindrome nefrotico
- Soplo cardiaco
- esplenomegalia
- Estado confusional
- Sudores nocturnos
- desmayo
- taquicardia
- taquipnea
- tos
Direcciones adicionales
La endocarditis subaguda generalmente se desarrolla de manera insidiosa y progresa lentamente durante semanas o meses. Los síntomas son a menudo inespecíficos, vagos e incluyen: palidez, fiebre baja, sudores nocturnos, fatiga, pérdida de peso y malestar general. También pueden ocurrir escalofríos, artralgias, soplos cardíacos y taquicardia.
La sintomatología de la endocarditis infecciosa aguda es similar a la de la forma subaguda, aunque se observa un curso más agresivo y un deterioro rápido del rendimiento cardíaco.
Si la endocarditis infecciosa no se trata, siempre es fatal. De hecho, la inflamación puede dañar o destruir los tejidos endocárdicos y provocar consecuencias locales y sistémicas que ponen en peligro la vida. A nivel local, las vegetaciones endocárdicas pueden causar estenosis valvular, anomalías del sistema de conducción, abscesos miocárdicos y aneurismas micóticos. Una insuficiencia cardíaca grave que puede llevar a la muerte puede deberse a una insuficiencia valvular grave. La propagación de la infección puede llevar, debido a la contigüidad, al desarrollo de aortitis y a las infecciones de las prótesis valvulares. Las consecuencias sistémicas de la endocarditis infecciosa, por otro lado, se deben principalmente a la embolización del material infectado y a los fenómenos inmunomediados. La lesión del corazón derecho puede producir una embolia pulmonar séptica. Este fenómeno se manifiesta con tos, dolor torácico y hemoptisis y puede causar infarto pulmonar, neumonía o empiema. Sin embargo, si se golpea el corazón izquierdo, los émbolos pueden llegar a cualquier órgano.
Las manifestaciones cutáneas de la endocarditis infecciosa incluyen petequias (en el tronco, la conjuntiva y las membranas mucosas), lesiones de Janeway (manchas de la piel con sangrado no dolorosas en las palmas o plantas de los pies) y hemorragias fragmentadas debajo de las uñas.
Los efectos en el sistema nervioso central, por otro lado, incluyen ataques isquémicos transitorios, accidentes cerebrovasculares y, a veces, formación de abscesos cerebrales.
Embolus renal puede causar dolor en el flanco y hematuria, mientras que en el área esplénica puede causar dolor en el cuadrante superior izquierdo del abdomen.
Las manifestaciones de los complejos inmunes incluyen glomerulonefritis focal o difusa, nódulos de Osler (nódulos eritematosos subcutáneos dolorosos en las puntas de los dedos) y manchas de Roth en la retina. La infección prolongada puede causar esplenomegalia o hippocratismo de los dedos de manos y pies.
La confirmación diagnóstica de la endocarditis infecciosa se basa en la identificación de las características clínicas, el ecocardiograma y el hemocultivo, con el objetivo de demostrar la posible presencia de microorganismos. El tratamiento involucra terapia antimicrobiana prolongada y, en casos severos, cirugía.