pensión alimenticia

Amor de almendras

Las almendras amargas son la semilla de Prunus amygdalus var. DC amargo, un pequeño árbol perteneciente a la familia de las rosáceas. El sabor amargo de estas almendras está vinculado en gran medida a la presencia de la amigdalina (2-4%), glucósido cianogénico que, debido a la hidrólisis, da lugar al ácido prúsico, más conocido como cianuro de hidrógeno. La hidrólisis se produce gracias a la presencia de una enzima, llamada emulsina, presente en las mismas almendras amargas, que descompone la amigdalina en benzaldehído, glucosa y cianuro de hidrógeno. El mismo proceso ocurre a nivel intestinal, gracias a las enzimas B-glicosidasas producidas por la flora intestinal, que hacen de las almendras amargas un veneno potencial y peligroso para los humanos.

Por lo tanto, la ingesta de un pequeño número de almendras amargas puede ser fatal: se estima que 6-10 semillas son suficientes para causar una intoxicación fatal en el niño, mientras que para un adulto la dosis letal es de alrededor de 50-60 unidades. Afortunadamente, el sabor marcadamente amargo de estas almendras, que es proporcional a su contenido de amigdalina, desaconseja su consumo. Los síntomas del envenenamiento con ácido cianhídrico incluyen dolor de cabeza, vómitos, confusión, aumento de la frecuencia y la profundidad de la respiración, pérdida de la conciencia, convulsiones.

A la vista, una almendra amarga se puede distinguir de una almendra dulce por la base más ancha y la longitud más pequeña.

El rico contenido de lípidos de las semillas hace que las almendras amargas extraigan un aceite usado en perfumería y cosméticos (para la producción de jabones), después de la rectificación para eliminar el cianuro de hidrógeno. En contraste con el de las almendras dulces, con propiedades laxantes (20-30 ml), el aceite de almendra amarga no se usa internamente con fines medicinales, aunque una vez rectificado, se puede usar en confitería. Lo mismo se aplica a los métodos externos, donde el aceite de almendra dulce se usa más ampliamente, con sus propiedades calmantes, nutritivas y antipruríticas.

Las almendras amargas y la amigdalina carecen de cualquier utilidad medicinal, aunque en Internet se encuentran artículos y grupos en apoyo de la actividad de la amigdalina contra el cáncer; Vea a este respecto nuestro artículo sobre la relación entre la amigdalina, las almendras amargas y los tumores.