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Espasticidad: definición, causas, síntomas, cuidado

generalidad

La espasticidad es un trastorno que consiste en un aumento excesivo y anormal en el tono muscular. Más precisamente, la espasticidad se caracteriza por espasmos de uno o más músculos esqueléticos y por el aumento en el tono de los reflejos de estiramiento.

En general, la espasticidad es el signo clínico de enfermedades subyacentes graves, que pueden tener diferentes orígenes y naturaleza.

La espasticidad es una condición altamente debilitante, cuyas consecuencias pueden ser graves; De ahí la importancia de identificar el tratamiento que mejor se adapte a las características de cada paciente, para mejorar, en la medida de lo posible, la calidad de vida.

causas

La espasticidad es un signo clínico que resulta de condiciones graves y / o condiciones subyacentes. Entre las principales causas que pueden causar la aparición de este trastorno, recordamos:

  • Esclerosis múltiple;
  • Parálisis cerebral
  • Lesiones de la médula espinal;
  • Apoplejía cerebral.

Síntomas y consecuencias

Como se mencionó, por lo general, la espasticidad es en sí misma el síntoma de una condición patológica básica. Sin embargo, este trastorno se asocia frecuentemente con otros síntomas, como espasmos dolorosos y debilidad muscular.

En pacientes con espasticidad, pueden producirse ligeras alteraciones de la motilidad, lo que lleva a una pérdida completa del control de los músculos esqueléticos. En este último caso, podemos hablar de:

  • Monoparesia, cuando el déficit motor afecta solo a una extremidad;
  • Paraparesia, si el déficit motor afecta tanto a las extremidades inferiores;
  • Tetraparesis, cuando el déficit motor afecta las cuatro extremidades y, en algunos casos, también los músculos del tronco y el cuello;
  • Hemiparesia, cuando el déficit motor afecta solo un lado del cuerpo.

Finalmente, la espasticidad también puede llevar a consecuencias graves, como: alteración del equilibrio, ataxia, disartria, dificultad para tragar, acortamiento de los tendones, retracción muscular y deformación de las articulaciones.

diagnóstico

El médico debe realizar el diagnóstico de la espasticidad, que procederá evaluando la resistencia que los músculos esqueléticos se oponen a los movimientos pasivos.

Generalmente, la evaluación de esta resistencia se realiza mediante un instrumento llamado " escala de Ashworth " que, al asignar un número entre 0 y 4, clasifica las anomalías del tono del músculo esquelético de la siguiente manera:

  • 0: ausencia de modificación del tono muscular durante la movilización;
  • 1: aumento moderado del tono muscular con "sensación escalonada" cuando la extremidad está flexionada o extendida;
  • 2: aumento evidente en el tono muscular, en el cual, sin embargo, la movilización todavía es posible;
  • 3: aumento considerable del tono muscular, en el que la movilización es difícil;
  • 4: contractura fija en extensión o en flexión.

tratamiento

Como hemos visto, la espasticidad es un trastorno que puede afectar negativamente la calidad de vida de los pacientes que la padecen; Por eso su tratamiento es fundamental.

En general, se utiliza más de una estrategia terapéutica al mismo tiempo. Más en detalle, una terapia farmacológica básica está acompañada por diferentes tratamientos de fisioterapia, dirigidos a fortalecer los músculos sanos y movilizar, en la medida de lo posible, a los afectados por la espasticidad.

El tratamiento farmacológico, por otro lado, es sintomático y sirve sobre todo para aliviar el dolor del paciente, que a menudo se asocia con espasticidad, y para facilitar el desarrollo de la fisioterapia.

Entre los principales fármacos antiespasmódicos de los músculos esqueléticos que se usan actualmente en la terapia, recordamos:

  • Diazepam (solución inyectable de Valium®), una benzodiazepina que se usa en el tratamiento de diversos trastornos, pero también se usa para tratar la espasticidad causada por una lesión de la médula espinal o causada por parálisis cerebral. Sin embargo, en las dosis que deben administrarse para reducir significativamente el tono del músculo esquelético, el diazepam causa efectos secundarios, como somnolencia y fatiga, en la mayoría de los pacientes.
  • Baclofeno (Lioresal®), este ingrediente activo se usa en el tratamiento de la espasticidad causada por la esclerosis múltiple y las lesiones traumáticas de la médula espinal, y se usa principalmente en el caso de la paraparesia y la tetraparesia.

    La peculiaridad del baclofeno es que puede administrarse por vía oral o intratecal. En este último caso, se implanta quirúrgicamente una bomba de infusión subcutánea y un catéter llegará al nivel intratecal, donde se liberará el medicamento a intervalos preestablecidos.

    La ventaja de este último mecanismo de administración de baclofeno consiste en una reducción de los efectos secundarios que se producen cuando el medicamento se administra por vía oral. Estos efectos indeseables son: sedación, trastornos psicológicos, mareos y debilidad marcada.

  • Tizanidine (Sirdalud®), este ingrediente activo es un medicamento relajante para los músculos ampliamente utilizado para el tratamiento de la espasticidad asociada con la esclerosis múltiple, pero no solo. De hecho, la tizanidina también se usa en el tratamiento de la espasticidad debido a lesiones o enfermedades de la médula espinal, o debido a un accidente cerebrovascular cerebral.

    La tizanidina se administra por vía oral y los principales efectos secundarios que pueden ocurrir como resultado de tomarla son: sedación, debilidad muscular, mareos, hipotensión y bradicardia.