medicina veterinaria

Alimentando a la perra durante el embarazo y al perro anciano.

Alimentación durante el embarazo y la lactancia.

Durante la primera mitad del embarazo, que dura aproximadamente 60 días en el perro, las necesidades nutritivas de la perra no están sujetas a cambios importantes.

Viceversa, en el último mes de gestación, el aumento de peso de los fetos se vuelve relevante, tanto que las necesidades nutricionales aumentan hasta un máximo de 30-50% más que la ración de mantenimiento. La alimentación de la perra se dividirá en varias comidas al día, ya que el aumento del volumen del útero dificulta el llenado del estómago.

Durante esta fase, y durante todo el período de lactancia, a menos que el perro tenga sobrepeso o sea obeso, es bueno dejar la disponibilidad de alimentos durante todo el día (alimentación a voluntad).

Considere que en el pico de la lactancia, correspondiente a la tercera semana de nacimiento, un perro que pesa 30 kg secreta más de 2 litros de leche al día, lo que equivale al 6% de su peso.

Dada su composición particular, con la leche existe una alta pérdida diaria de calorías, de manera que se calcula que en estos días las necesidades de energía de la perra superan de dos a tres veces la de mantenimiento. Con la leche también se pierden cantidades significativas de grasa, calcio, fósforo, proteínas, azúcares y diversos nutrientes.

Para evitar la aparición de deficiencias nutricionales y la pérdida excesiva de peso de la perra, la alimentación de la yegua implica el uso de alimentos adecuados, que se caracterizan por la mayor concentración y la integridad de los nutrientes, al tiempo que mantienen una buena digestibilidad.

Como se anticipó, la frecuencia de las comidas aumentará hasta 4 veces al día, o se dejará a la entera discreción de la yegua. En el caso de que esto parezca delgado y decaído, puede proceder con un destete temprano de los cachorros, como se explica en el capítulo dedicado. En caso de pérdidas excesivas de ciertos minerales, como el calcio, existe el riesgo de que la enfermera se enfrente a posibles patologías, como la tetania puerperal.

Finalmente, recuerde que el agua siempre debe estar disponible para el animal para compensar el enorme gasto de líquidos a través de la leche.

Alimentando a un perro viejo

El envejecimiento del perro se acompaña de cambios fisiológicos y funcionales de diversos tipos.

Por ejemplo, el animal se vuelve menos sensible a los gustos y olores, a la estimulación de la sed y al de la insulina.

Umbral geriátrico en perros
TAMAÑOEDAD (años)
<10 kg11.5 + 1.9
10 - 25 kg10.2 + 1.6
25 - 45 kg8.9 + 1.4
> 45 kg7.5 + 1.3

Es más difícil digerir los alimentos, es más propenso al estreñimiento y la deshidratación, así como a las infecciones y enfermedades de diversos tipos.

En este período de la vida, la dieta del perro debe caracterizarse por una ingesta calórica más baja, para la elección de alimentos que son más fácilmente digeribles y sabrosos (pero pobres en sodio, especialmente en presencia de enfermedades cardíacas), con una preferencia decidida por las proteínas altas. valor biológico

Este último se reducirá en favor de la calidad (elija proteínas magras de origen animal) en presencia de problemas renales (nefropatía), enfermedad hepática o urolitiasis strultal.

Al igual que en los humanos, el movimiento beneficia la salud del animal de edad avanzada, especialmente si es diabético. En este caso, los azúcares y los alimentos refinados (como los copos de cereales y el arroz inflado) en favor de las fibras dietéticas serán particularmente limitados.

Con vistas a una reducción calórica, las aportaciones de lípidos también se reducirán, sin olvidar la importancia de los ácidos grasos esenciales contenidos en el pescado y su aceite, y en general en los aceites vegetales (particularmente en la nuez, el cáñamo, la soja)., de canola).