enfermedades infecciosas

Fiebre amarilla: qué hacer en caso de sospecha de infección.

El diagnóstico de la fiebre amarilla no es sencillo, ya que el cuadro clínico puede presentar una sintomatología difícil de distinguir de la de otras fiebres hemorrágicas virales, malaria, fiebre tifoidea, leptospirosis, dengue y hepatitis.

La fiebre amarilla, por lo tanto, debe sospecharse en pacientes en un área endémica que desarrollan una fiebre repentina con bradicardia e ictericia. Las pruebas de laboratorio realizadas de inmediato en un hospital calificado permitirán confirmar o excluir el diagnóstico.

Las encuestas útiles para este propósito incluyen hemograma, análisis de orina, pruebas de función hepática, cultivos celulares y retro-transcripción con la reacción en cadena de la polimerasa (RT-PCR). La confirmación diagnóstica es proporcionada por la presencia de anticuerpos específicos detectados por pruebas serológicas, como ELISA (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas).