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Resonancia magnética

generalidad

La resonancia magnética es una prueba de diagnóstico que le permite visualizar el interior de nuestro cuerpo sin realizar operaciones quirúrgicas ni administrar radiación ionizante peligrosa.

Diseñado y desarrollado alrededor de 1980, la resonancia magnética ha experimentado un proceso constante de evolución tecnológica a lo largo de los años. Hoy en día, gracias a su extrema precisión diagnóstica y la ausencia casi total de efectos secundarios, ha adquirido un papel de importancia primordial en el diagnóstico de numerosas enfermedades.

Particularmente útil para obtener imágenes detalladas del cerebro y la columna vertebral, es capaz de proporcionar excelente información también en el campo de la traumatología, oncología, ortopedia, cardiología y gastroenterología. El único límite para su difusión sigue siendo el alto costo de los equipos y las operaciones de mantenimiento.

Como funciona

El principio de funcionamiento de la resonancia magnética es extremadamente complejo y completamente comprensible solo para aquellos que conocen las teorías físicas subyacentes a la mecánica cuántica.

Al simplificar el concepto al máximo, podemos comparar los núcleos atómicos con muchos imanes pequeños. Un poco como una aguja de la brújula, en presencia de un campo magnético externo, estas pequeñas partículas tienden a estar dispuestas a lo largo de una dirección preferencial. Si en este punto se emiten las ondas de radio, los núcleos experimentan cambios temporales en la posición. Durante esta fase transitoria, los átomos emiten señales que pueden ser capturadas por un detector electrónico, que las transmite a una computadora poderosa donde se analizarán y procesarán.

Por esta razón, la resonancia magnética utiliza un potente imán y un generador de ondas de radio con una frecuencia de 42 megahercios, que corresponde al número de revoluciones que los protones del átomo de hidrógeno realizan sobre sí mismos en un segundo. Este elemento ha sido elegido tanto por sus propiedades físicas como por su abundancia dentro del organismo humano. Dado que no todos los núcleos atómicos tardan al mismo tiempo en volver a la posición inicial, al analizar este período es posible recrear un mapa tridimensional de las estructuras anatómicas internas, destacando también el estado de hidratación.

Campos de aplicación

La resonancia magnética se usa con éxito para obtener imágenes detalladas de muchos tejidos. La calidad de los resultados permite apreciar detalles no detectables con otras técnicas de diagnóstico. Solo para citar algunos ejemplos, es posible estudiar la vascularización de los tejidos, el estado de hidratación de los discos intervertebrales, evaluar la salud de las articulaciones y diagnosticar con precisión extrema enfermedades neurológicas y algunas formas de cáncer.

Factores de riesgo y efectos secundarios.

La resonancia magnética es una investigación segura y completamente inofensiva para el cuerpo humano. La ausencia de radiación ionizante lo hace particularmente adecuado también para la repetición de exámenes a corta distancia de tiempo.

Debido al campo magnético generado por el equipo, las personas a las que se les han aplicado dispositivos metálicos internos, como marcapasos, prótesis metálicas (dientes, ojos, huesos, etc.) y clips vasculares no pueden ser examinadas. Gracias a los avances en la tecnología durante muchos años, la mayoría de los metales utilizados para uso médico son compatibles con las imágenes de resonancia magnética.

Preparación de exámenes

La resonancia magnética generalmente no requiere ayuno u observancia de dietas particulares, por lo que el paciente es completamente libre de comer de acuerdo con sus propias preferencias.

Antes del examen, se invita al sujeto a quitar cualquier objeto o prenda que contenga piezas metálicas (bolsos, joyas, cinturones, billetera, zapatos, etc.). Se completará un cuestionario junto con el médico o el personal para garantizar que no haya contraindicaciones para el examen.

ejecución

Después de retirar cualquier objeto o prenda que contenga metal, se hace que el paciente se acueste en una cama, que a través de un control electrónico se desplazará hasta que se coloque entre los polos del imán. En la maquinaria tradicional, la forma del equipo podría crear problemas para quienes padecen claustrofobia. Hoy, sin embargo, hay máquinas más modernas disponibles, con una estructura abierta, donde el problema no surge.

Durante el examen, el paciente no necesita ningún tipo de colaboración, excepto para relajarse y advertir al personal a través de las herramientas adecuadas en caso de enfermedad. De hecho, el equipo está equipado con altavoces y micrófonos para comunicarse con el médico o el personal. Para proteger ruidos más bien altos y secos debido a la emisión de ondas de radio, también se proporcionan auriculares especiales.

La duración promedio del examen es generalmente entre veinte y treinta minutos, aunque las técnicas más modernas permiten reducir los tiempos de detección. Para mejorar la calidad de la imagen y hacer que el diagnóstico sea más seguro, el médico puede decidir inyectar gadolinio, un medio de contraste generalmente sin efectos secundarios. Profundizar: contraste de medios y resonancia magnética .

Resonancia y dolor de espalda.

La resonancia magnética se usa a menudo para diagnosticar cambios sospechosos en la columna vertebral. En particular, esta prueba puede proporcionar información valiosa sobre el estado de salud de los discos intervertebrales.

En general, solo aquellos pacientes que sufren de dolor de espalda crónico y particularmente incapacitante están sujetos a resonancia magnética.

Teniendo en cuenta que más del 90% de los casos de lumbalgia regresan espontáneamente dentro de los treinta días, someterse a esta prueba en una edad temprana es prácticamente inútil.

En la imagen al lado, que muestra el resultado de una exploración de MRI, es posible observar la presencia de una hernia en el nivel de un disco intervertebral (círculo rojo). El levantamiento incorrecto de una carga pesada o la repetición continua de microtraumas pueden provocar el aplastamiento de esta importante estructura y, en los casos más graves, determinar la expulsión de las sustancias que contiene. Este derrame de material, llamado disco herniado, puede comprimir y / o inflamar las raíces nerviosas adyacentes, causando ciática (dolor en los glúteos, piernas y pies) o cruralgia (dolor que se irradia en la parte frontal del muslo) .

Desafortunadamente, una vez dañado, el disco intervertebral no puede regenerarse y recuperar la forma y función perdidas. Sin embargo, en muchos casos el dolor tiende a desaparecer espontáneamente y en aproximadamente el 25-35% de los sujetos no aparece incluso en la fase aguda del trauma. Un programa de actividad física, dirigido a reducir el peso corporal y corregir cualquier defecto postural, también puede mejorar significativamente la condición del paciente, al tiempo que evita lesiones adicionales. VEA TAMBIÉN: la hernia discal

Evaluación de la composición corporal.

Esta técnica también se utiliza en medicina deportiva para evaluar:

  • la cantidad total de grasa corporal
  • El grosor del tejido adiposo subcutáneo.
  • La distribución del tejido adiposo regional y total.
  • La cantidad de tejido adiposo visceral o intraabdominal.

A pesar de proporcionar información valiosa, debido a la baja disponibilidad y al alto costo de la instrumentación, el uso de la resonancia magnética en este campo es bastante limitado.