salud ósea

Síntomas de la osteitis

definición

La osteitis es una enfermedad inflamatoria que afecta al hueso.

El proceso puede tener origen traumático, infeccioso (bacteriano, micótico o parasitario), dismetabólico o tóxico.

En muchos casos, la osteítis es causada por Staphylococcus aureus, que puede propagarse por contigüidad de lesiones profundas de la piel o fracturas expuestas. A veces, estos microbios son transportados por la sangre desde un brote infeccioso localizado en otro lugar (p. Ej., Neumonía, infecciones urinarias o dentales).

El proceso inflamatorio a menudo se localiza en la rodilla o el hombro; Cuando la infección golpea el hueso y la médula ósea simultáneamente, se llama osteomielitis.

Síntomas y signos más comunes *

  • Absceso de la piel.
  • astenia
  • Aumento de la ESR
  • bacteriemia
  • Calambres musculares
  • Dolor de hueso
  • Dolores en las articulaciones
  • eritema
  • fiebre
  • Formación de pus
  • Fracturas de hueso
  • Dolor en las piernas
  • Hinchazón de las articulaciones
  • Dolor de espalda
  • Dolor de cabeza
  • osteopenia
  • Rigidez articular
  • Esclerosis ósea

Direcciones adicionales

La osteítis surge repentinamente con fiebre, dolor muy intenso, rigidez articular y limitación de los movimientos del segmento óseo afectado.

En algunos casos, la temperatura de la piel puede aumentar en las áreas donde la enfermedad está activa; También aparecen ternura local acentuada por mínimo contacto, eritema e hinchazón. El dolor óseo es sordo, profundo y presente la mayor parte del tiempo.

Dependiendo del sitio afectado, pueden aparecer otros síntomas, como absceso de la piel, dolor de espalda, artritis, fractura ósea o disfunción neurológica.

Normalmente, el diagnóstico se define mediante un examen radiológico o una evaluación bioquímica de rutina. La gammagrafía ósea permite determinar el grado de afectación ósea, mientras que la biopsia es necesaria solo si se sospecha un osteosarcoma.

La terapia se basa en la administración de analgésicos y / o antibióticos, seleccionados de acuerdo con el patógeno en cuestión. La inflamación aguda del tejido óseo puede convertirse en lesión crónica; En este caso, la porción de tejido comprometida debe retirarse quirúrgicamente.