deporte y salud

Actividad deportiva y enfermedades respiratorias.

Por el Dr. Gianfranco De Angelis

Una categoría de pacientes para quienes la actividad física podría ser una ayuda terapéutica para el médico es la de la bronconeumática crónica. En este tipo de pacientes, la capacidad para realizar trabajo aeróbico está muy comprometida; de hecho, el consumo máximo de oxígeno ha disminuido, mientras que la potencia anaeróbica máxima es normal. Sobre esta base, muchos autores dicen que con este tipo de pacientes solo se debe realizar fisioquinesioterapia con este tipo de pacientes.

Por otro lado, otros autores argumentan, aportando evidencia científica de que la actividad física controlada puede tener lugar en el arsenal terapéutico del médico. De hecho, se ha visto que en los bronquíticos crónicos, después del entrenamiento, hay un aumento en el consumo máximo de oxígeno y un aumento en la ventilación pulmonar; por lo tanto, los efectos positivos de la actividad física en tales pacientes deben ser enfatizados. Antes de decir cuál es la actividad física recomendada en presencia de EPOC, debemos suponer que debe administrarse teniendo en cuenta la edad del paciente y especialmente el grado de la enfermedad, teniendo en cuenta la capacidad funcional y la sintomatología subjetiva. En general, los bronquios neumáticos sintomáticos primero deben hacer ejercicios de gimnasia respiratoria para mejorar la excursión del diafragma y tonificar los músculos respiratorios; luego, después de un control especializado, puede comenzar gradualmente la actividad física con un cicloergómetro. Después de estas dos fases, si las condiciones físicas lo permiten, puede practicar deporte real: los más adecuados son el tenis y la natación.

En la planificación física, se debe dar espacio a un excelente calentamiento y relajación, evitando ejercicios máximos o extenuantes. Personalmente, creo que se puede hacer un entrenamiento gradual con pesas, pero este programa de entrenamiento debe estar compuesto de ejercicios simples y de peso ligero. Esto se debe a que la discontinuidad del entrenamiento permite al paciente descansar bien entre una serie y otra; además, los pesos deben ser limitados y las repeticiones promediadas 12-15; el número de ejercicios bajos; los ejercicios que causan demasiada fatiga (como el Squat) deben ser abolidos, al igual que toda forma de espíritu competitivo debe ser proscrita. Claramente, todo debe ser dosificado teniendo en cuenta la condición del paciente, que puede destacarse con las pruebas funcionales, el examen clínico y los síntomas subjetivos.