Una investigación realizada en el Centro Médico Universitario en Mainz, Alemania, y publicada en Ophtalmology, resaltó una correlación entre el grado de educación y el riesgo de convertirse en miope . Los que han pasado más años en la universidad, de hecho, tendrían más probabilidades de sufrir este defecto de visión común.
La miopía, por lo tanto, no es solo una consecuencia de un cierto patrón de genes, sino que parece ser favorecida por componentes ambientales, como las horas dedicadas a leer y estudiar, jugar con la computadora o mirar televisión. Sin embargo, alentar a los estudiantes a pasar más tiempo al aire libre, tendría un efecto protector y retrasaría la aparición del defecto refractivo.
