Una gran cantidad de trabajo científico ha demostrado la influencia negativa del humo de tabaco en la salud de todo el organismo. Una cosa entre todas nos recuerda que por cada semana de fumar (20 cigarrillos por día desde los 25 años de edad) uno pierde un día de vida en promedio.
Los efectos negativos del fumar se sienten incluso a nivel del cabello y el cuero cabelludo. Solo piense, por ejemplo, en la acción proinflamatoria y vasoconstrictora de la nicotina y otras sustancias presentes en el humo del cigarrillo; todo esto resulta en una mayor producción de radicales libres, una menor oxigenación y un menor suministro de nutrientes al cabello. No es una coincidencia que en los fumadores, el cabello tiende a ser más opaco y quebradizo que los no fumadores.
No debemos olvidar que la principal causa de la "pérdida de cabello", tanto en mujeres como en hombres, es la alopecia androgenética. Algunos estudios (pero no todos) muestran que fumar tabaco podría estar asociado con niveles elevados de hormonas androgénicas, como DHEA, androstenediona, testosterona y dihidrotestosterona. Este último, también conocido como DHT, es la hormona más responsable de la calvicie androgenética; en particular, los niveles más altos de dihidrotestosterona se asocian con una mayor incidencia de alopecia androgenética en sujetos predispuestos.
Un estudio realizado en una muestra de 740 hombres taiwaneses con edades comprendidas entre 40 y 91 años ha establecido que, a largo plazo, fumar cigarrillos generalmente tiende a empeorar la alopecia androgenética. De hecho, los fumadores presentaron un riesgo aproximadamente dos veces mayor de alopecia androgenética moderada o grave (tipo de Norwood = IV) en comparación con los no fumadores.
Por lo tanto, fumar cigarrillos tiene un efecto negativo en el cabello y aumenta las posibilidades de calvicie en sujetos predispuestos. Técnicamente hablando, sin embargo, más que la pérdida de cabello es correcto hablar de miniaturización del bulbo (estructura responsable de la síntesis de las células que formarán el cabello). En la alopecia androgenética, de hecho, el bulbo se vuelve más pequeño y más superficial, dando lugar a un cabello que es gradualmente más delgado, más corto y parcialmente despigmentado.
