salud del sistema nervioso

Los síntomas de la migraña

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definición

La migraña es una de las formas más comunes de dolor de cabeza. Es, en particular, una forma de dolor de cabeza primitivo; esto significa que la migraña NO depende de otras enfermedades, sino que representa un trastorno en sí mismo.

La migraña es más común en las mujeres y parece estar asociada con una predisposición familiar. Muchos factores predisponentes se han identificado como una posible causa de ataques de migraña: estrés, desequilibrio hormonal (por ejemplo, menstruación y menopausia), estímulos aferentes excesivos (por ejemplo, luces intermitentes, olores fuertes y ruidos), cambios climáticos, actividad física demasiado intensa, Mala postura y mala calidad de sueño. Los estímulos desencadenantes también incluyen la exposición al sol, una dieta incorrecta, el consumo de bebidas alcohólicas o con cafeína, los hábitos de fumar y el uso de ciertos medicamentos (por ejemplo, vasodilatadores, anticonceptivos orales, etc.).

Síntomas y signos más comunes *

  • Solo alrededor de la luz
  • Amaurosi fugaz
  • anisocoria
  • anorexia
  • ataxia
  • mareo
  • Conati
  • Cuerpos en movimiento
  • Dificultad de lenguaje
  • Desorientación temporal y espacial.
  • Trastornos del humor
  • Dolor de cuello
  • Dolor asociado a la masticación.
  • Dolor facial
  • Dolor en los ojos
  • fonofobia
  • Hormigueo en la cabeza
  • fotofobia
  • fotopsias
  • Dolor de cabeza
  • náusea
  • Náuseas y vómitos en las primeras etapas del embarazo.
  • parestesia
  • Pérdida de memoria
  • Perdida de recuerdos
  • presincopales
  • Sabor metálico en la boca.
  • escotomas
  • mareo
  • Doble vision
  • Visión borrosa
  • vómitos

información adicional

La migraña a menudo se percibe como un tipo de dolor pulsátil muy intenso, que tiende a aumentar lentamente en la parte frontal o en un lado de la cabeza (generalmente, en el nivel de la región fronto-temporal). En un segundo momento, el dolor de cabeza se convierte en un dolor sordo y generalizado.

La migraña ocurre con ataques recurrentes, que ocurren con una frecuencia y severidad muy variable: desde unos pocos episodios en un año hasta 2-3 crisis por semana. El ataque de migraña puede durar varias horas o, en casos graves, algunos días (por lo general, dura de 4 a 72 horas). El dolor tiende a empeorar durante la actividad (a diferencia del dolor de cabeza por tensión que beneficia) y los pacientes reportan dificultades para concentrarse durante las crisis. De ello se deduce que la mayoría de los pacientes prefieren permanecer en una habitación oscura y silenciosa, hasta que el dolor de cabeza pasa. Los ataques de migraña pueden predecirse por síntomas prodrómicos, es decir, por la sensación de que la migraña está a punto de comenzar: cambios de humor, pérdida de apetito, náuseas (a veces vómitos) y sensibilidad a la luz, sonidos u olores.

En aproximadamente el 25% de los pacientes, el ataque real puede ser precedido por el aura, una serie de síntomas neurológicos transitorios. Las auras duran de unos pocos minutos a una hora y, en algunos casos, pueden persistir después del comienzo del dolor de cabeza. Las manifestaciones más comunes asociadas con el aura son los síntomas visuales completamente reversibles: deslumbramiento (similar a los que se encuentran después de una fuente de luz de configuración prolongada), destellos brillantes, cuerpos en movimiento, atenuación y enturbiamiento del campo visual. Ocasionalmente, síntomas como trastornos del habla reversibles (que deben entenderse como dificultad para expresarse), rigidez en el cuello o en el hombro, mareos, sensación de hormigueo y entumecimiento (generalmente comienzan en una mano, se extienden al brazo y al de la cara afectada). Los cambios en el estado de conciencia (confusión, falta de equilibrio o desorientación) son menos frecuentes.

La migraña puede volverse crónica, por lo tanto se presenta con una alta frecuencia. Por lo tanto, la migraña puede comprometer seriamente la calidad de vida, pero algunas modificaciones en el estilo de vida (por ejemplo, hábitos de sueño o dieta) y los tratamientos disponibles pueden limitar los inconvenientes.