salud intestinal

Incontinencia fecal: síntomas, complicaciones y diagnóstico.

definición

Hablamos de "incontinencia fecal" para indicar una pérdida parcial o completa del control del esfínter anal, con posterior liberación involuntaria de:

  • Heces liquidas
  • Heces sólidas
  • Gas intestinal

Probablemente, la incontinencia fecal es la más humillante e incómoda entre todos los trastornos de la defecación, ya que afecta negativamente las relaciones interpersonales y las actividades laborales.

Los síntomas

A menudo, cuando hablamos de incontinencia fecal, tendemos a olvidar que incluso las emisiones involuntarias de gases intestinales constituyen un síntoma característico.

Además de la flatulencia, la incontinencia fecal se distingue por el escape de cantidades modestas, a veces conspicuas, de material fecal, cuya consistencia varía según la causa que la ha favorecido.

Muchos adultos, durante su vida, afirman haber tenido un solo episodio de incontinencia fecal, a menudo en el contexto de diarrea: en tales circunstancias, la incontinencia no debe interpretarse como un síntoma peligroso, ni como una luz de advertencia de Patologías graves. Uno o dos episodios de incontinencia fecal no deben dar lugar a alarmismo innecesario, incluso si la opinión del médico siempre resulta ser recomendada.

Discurso diferente cuando la incontinencia fecal ocurre una y otra vez durante unos pocos días. En tales circunstancias, los síntomas acusados ​​por el paciente pueden variar de acuerdo con el factor que surge en los orígenes:

  1. Pérdida de control de la emisión de material fecal.
  2. flatulencia
  3. Estímulo a la defecación completamente inadvertido.
  4. Se estimuló la defecación pero no se pudo controlar el esfínter anal.
  5. Incapacidad para posponer el impulso a la defecación.
  6. La diarrea / estreñimiento / impactación fecal
  7. Hinchazon abdominal
  8. Inbración de la ropa interior (fenómeno llamado " ensuciamiento fecal ")

¡Atención!

Es bueno distinguir la incontinencia fecal adecuadamente llamada de la pseudoincontinencia. De hecho, algunos síntomas inicialmente podrían sugerir una condición similar, cuando en cambio es otra cosa. La presencia de secreciones anales mucosas y / o amarillentas y la percepción de humedad anal podrían ser, de hecho, una luz de advertencia de diferentes enfermedades anales (por ejemplo, infecciones, prolapso rectal, fístula anal, hemorroides, etc.) o, más simplemente, sinónimo de mala higiene íntima el personal.

complicaciones

Para la mayoría de los pacientes con incontinencia fecal, la complicación más grave asociada con este trastorno radica en la angustia psicológica y en el sentimiento pesado de vergüenza. Al no poder controlarlo, la incontinencia fecal corre el riesgo de manifestar todos sus síntomas en medio de una conversación o en las horas de trabajo. El estrés y la ansiedad relacionados con este trastorno son las complicaciones psicológicas que inevitablemente se derivan de la conciencia de no poder controlar completamente su función intestinal en términos de evacuación. No hay que olvidar, entonces, que muchos pacientes afectados por incontinencia fecal tienden a aislarse, evitando el contacto con las personas tanto como sea posible.

Además de los trastornos psicológicos, la incontinencia fecal puede dar lugar a problemas físicos, como:

  • Maceración de la piel que rodea el área anal.
  • Blanqueamiento de la piel anal (debido a la humedad de la zona)
  • Las llagas
  • Mayor riesgo de infecciones del tracto urinario.
  • Prurito anal y / o genital.
  • Úlceras anales (infrecuentes)

diagnóstico

El diagnóstico de incontinencia fecal comienza con un historial médico preciso: aquí, el médico le hará preguntas específicas al paciente sobre la frecuencia de la evacuación, los hábitos alimenticios, la presencia de patologías, el uso de fármacos y los síntomas. .

La anamnesis es importante para enmarcar al paciente y colocar una primera hipótesis diagnóstica sobre la causa de la incontinencia fecal. De hecho, solo volviendo a la causa será posible curar el trastorno de la raíz.

Sin embargo, la anamnesis debe estar respaldada por un examen físico (prueba rectal digital) y posiblemente por una serie de pruebas de diagnóstico más detalladas:

  • Examen rectal digital, esencial para analizar posibles defectos del esfínter y prolapso rectal. El médico introduce un dedo (protegido por un guante y lubricado) en el esfínter anal del paciente para evaluar la fuerza de los músculos en el área y cualquier anomalía en la zona rectal.
  • Prueba de expulsión del globo: el médico introduce un globo especial lleno de agua en el recto del paciente, a quien se le pide que lo expulse. En este caso, el médico evalúa el tiempo necesario para que el paciente expulse el globo: un tiempo superior a un minuto puede interpretarse como un trastorno de anormalidad / defecación.
  • Manometría anorrectal: prueba útil para evaluar la presión ejercida por los esfínteres anales en reposo y durante la contracción.
  • Proctografía o defecografía de cine: esta prueba utiliza el uso de rayos X para estimar la cantidad de material fecal que puede contener el recto, evaluando al mismo tiempo cómo se expulsan las heces. Para realizar la prueba, se introduce un líquido de contraste especial en el recto y en la vejiga para opacificar los órganos del suelo pélvico: de esta manera, a través de una grabación de video, es posible observar los movimientos intestinales del sujeto durante la expulsión de las heces. Permitiendo así un análisis global de la dinámica expulsiva intestinal.
  • Proctosigmoidoscopia: examen que implica la inserción de un endoscopio en el canal anal, en el sigma y en el recto para visualizar el intestino y posiblemente detectar signos patológicos (como inflamación) o tejido cicatricial.
  • Pruebas electromiográficas, útiles para determinar o negar posibles alteraciones del sistema nervioso.
  • Ecografía anorrectal: examen indicado para evaluar la permeabilidad estructural de los esfínteres anales.

Las pruebas de diagnóstico descritas anteriormente pueden, por lo tanto, aclarar la causa de la incontinencia fecal y la gravedad de la afección.