medicina veterinaria

Enfermedades de la piel en animales

causas

La dermatofitosis es una infección micótica superficial que afecta las estructuras cutáneas queratinizadas, como las uñas (onicomicosis), los pelos y la capa córnea de diferentes animales, como perros, gatos, conejos, ganado bovino y caballos.

En las mascotas, los pelos son la localización más común y los dermatofitos preferenciales son: Microsporum canis, Microsporum Gypseum (hongo geófilo), presentes en el medio ambiente, pero también hongos del género Trichophyton, a menudo la causa de la zoonosis.

En las mascotas, los estados de inmunodeficiencia, como el FIV (Virus de inmunodeficiencia felina) o el uso de antiinflamatorios pueden provocar una disminución del sistema inmunológico, con el consiguiente riesgo de predisposición a infecciones graves.

Los síntomas

Los signos clínicos son extremadamente variables; La forma clásica se caracteriza, en perros y gatos, por áreas focales o multifocales de alopecia parcial, con formas redondeadas y escamosas, o con la presencia de fragmentos de cabello rotos, de unos mm de largo, fácilmente extraíbles y, finalmente, con una apariencia leve. Eritema perilesional.

Las zonas más afectadas son la cabeza y las extremidades.

Más a menudo, la presencia de pápulas o pústulas y costras también se observa en el perro, ya que las infecciones bacterianas secundarias pueden ocurrir con el prurito, que en la fase de dermatofitosis está ausente.

diagnóstico

Desde el punto de vista del diagnóstico, es posible proceder con la lámpara Wood, con la cual se puede identificar, por ejemplo, el Microsporum canis, incluso si no todas las cepas dan fluorescencia.

El examen de cultivo en el suelo, sin embargo, sigue siendo la prueba diagnóstica de elección, ya que permite evaluar las características macroscópicas de la colonia y caracterizar a los macroconidios en el telescopio.

tratamiento

El éxito de la terapia depende de la rápida formulación del diagnóstico y el inicio oportuno del tratamiento con medicamentos apropiados. La curación espontánea es rara, a veces puede ser autolimitada, pero puede tomar varios meses dependiendo del huésped y su sistema inmunológico. Sin embargo, siempre es preferible tratar a los pacientes por riesgo zoonótico, tanto para disminuir la carga ambiental como para acelerar la curación del animal. La terapia sistémica, más que tópica, es la que se realiza con mayor frecuencia en los animales. En animales con pelo largo, para reducir y prevenir la carga de suciedad ambiental, también es recomendable realizar la tricotomía y el champú con imidazol.

La terapia sistémica implica el uso de griseofulvina (25-30 mg / kg BID), terbinafina (10 mg / kg BID) o alternativamente imidazol (5-10 mg / kg / día), en promedio durante 6-12 semanas. continuar la terapia durante al menos dos semanas después de la negativización de los exámenes micológicos. La griseofulvina, además de producir vómitos, diarrea y anorexia, puede producir mielosupresión, por lo que no debe usarse en sujetos VIH positivos para FIV; además es teratogénico.

En este texto, algunas plantas medicinales pueden convertirse en una ayuda terapéutica útil para un tratamiento tópico, junto con el sistémico. En muchos casos, es suficiente consultar con productos tópicos siempre que esto ocurra antes.