salud del sistema nervioso

Hidrocefalia: diagnóstico y tratamiento.

¿Qué es la hidrocefalia?

La hidrocefalia es una malformación compleja del SNC, caracterizada por una acumulación de LCR en el espacio ventricular cerebral y / o meníngeo. En la hidrocefalia, la acumulación exagerada y patológica de líquido cefalorraquídeo provoca un aumento de la presión intracraneal, que a su vez es responsable de trastornos graves: alteraciones psíquicas, convulsiones, aumento de la circunferencia craneal, déficit intelectual y trastornos del estado de ánimo son algunos de los síntomas innumerables. Inducida por hidrocefalia.

El diagnóstico precoz y los tratamientos terapéuticos son esenciales para evitar consecuencias trágicas y mejorar, en la medida de lo posible, la calidad de vida de los pacientes afectados por esta terrible enfermedad.

diagnóstico

El diagnóstico de hidrocefalia consiste en una evaluación clínica cuidadosa y en el uso de diversas investigaciones instrumentales: anamnesis, examen físico general, prueba neurológica, prueba de imagen cerebral. Vamos a verlos con más detalle.

  • Prueba neurológica para hidrocefalia: se realiza para analizar los reflejos, la fuerza y ​​el tono muscular, el sentido del tacto, el oído, la capacidad de coordinar y la integridad mental.
  • Prueba de imagen:
    • Resonancia magnética cerebral: útil para evaluar la eventual distensión de los ventrículos causada por la acumulación de licor. La prueba de RMN también está indicada para rastrear la causa de la hidrocefalia y evaluar la dinámica del flujo de líquidos.
    • Ecografía cerebral (prueba de ultrasonido): indicada para detectar una sospecha de hidrocefalia en el recién nacido. El procedimiento no implica casi ningún riesgo para el paciente. La ecografía cerebral puede diagnosticar un estado hidrocefal incluso antes del nacimiento, durante una ecografía de rutina simple.
    • Tomografía computarizada (prueba de rayos X): la prueba es indolora y dura aproximadamente 20 minutos. Normalmente, el niño que se somete a esta prueba de diagnóstico está ligeramente sedado.
  • Arteriografía: esta prueba de diagnóstico también se usa a veces para establecer una sospecha de hidrocefalia. Consiste en el estudio radiológico de la morfología de las arterias, realizado por inyección, en la misma arteria a analizar, de un líquido de contraste.
  • Detección de presión intracraneal: la prueba se realiza mediante punción lumbar (o rachicentesi). Este procedimiento de diagnóstico consiste en tomar una muestra de licor, utilizando una aguja insertada entre las vértebras L3-L4 o L4-L5.

Diagnostico diferencial

Dados los numerosos síntomas asociados con la hidrocefalia, es comprensible que el diagnóstico se pueda confundir con otras enfermedades con síntomas similares. Por este motivo, para elegir el tratamiento más adecuado, el diagnóstico diferencial es necesario e indispensable.

El diagnóstico diferencial debe plantearse con:

  • Absceso epidural intracraneal
  • Demencia del lóbulo frontal
  • Hematoma epidural y subdural.
  • Migraña infantil
  • Hemorragia intracraneal
  • Empiema subdural
  • epilepsia
  • Pérdida repentina de la vista
  • infecciones
  • Retraso mental
  • Tumores cerebrales

Curaciones y tratamientos.

Una hidrocefalia no tratada suele ser fatal en los primeros 4 años de vida.

La hidrocefalia requiere un tratamiento oportuno, que debe iniciarse inmediatamente después del control de diagnóstico: de esta manera, se puede minimizar el riesgo de complicaciones.

  • Si el tratamiento se inicia antes de un empeoramiento del cuadro clínico del paciente, es posible prevenir daños irreversibles en el cerebro y las perspectivas de vida son buenas.

El tratamiento para la hidrocefalia es exclusivamente quirúrgico : en función de la gravedad de la hidrocefalia, el estado general del paciente y la causa desencadenante, se puede utilizar una de las tres intervenciones posibles.

  1. SHUNT QUIRÚRGICO HIDROCEFAL: el tratamiento más común para la hidrocefalia es la inserción quirúrgica de un sistema de drenaje, llamado shunt . La operación se realiza de la siguiente manera: coloque un extremo de un tubo largo y flexible con una válvula en un ventrículo cerebral. El extremo opuesto del tubo se coloca en otro sitio anatómico (generalmente, abdomen o compartimiento cardíaco). La colocación de este tubo flexible mejora la dinámica del líquido cefaloracidio: de esta manera, el exceso de licor se puede reabsorber más fácilmente. En general, las personas con hidrocefalia necesitan una derivación quirúrgica de por vida. Este tratamiento, a primera vista, podría crear complicaciones: un mal funcionamiento mecánico o una infección podría inclinar el sistema, interrumpiendo así el drenaje correcto. En caso de infección, es necesario un tratamiento antibiótico.
  2. VENTRICOLOSTOMÍA PARA EL HIDROCEFALO: es un procedimiento quirúrgico complejo reservado para un pequeño número de pacientes con hidrocefalia. Usando una microcámara, el cirujano perforará un pequeño orificio en uno de los ventrículos cerebrales (o entre dos ventrículos), permitiendo así el paso del licor fuera del cerebro. Con el tiempo, el orificio intraventricular puede cerrarse. En tales circunstancias, los síntomas de hidrocefalia reaparecen.
  3. Con menos frecuencia, los pacientes con hidrocefalia son sometidos a cauterización (quema) o eliminación de las porciones cerebrales que producen el licor.

Después de cualquier tratamiento para la hidrocefalia, el paciente debe someterse a controles de rutina constantes para controlar los síntomas de la enfermedad y las posibles complicaciones.

Recordemos brevemente que muchas anomalías congénitas pueden diagnosticarse incluso antes de que nazca el niño; por lo tanto, las enfermedades como la hidrocefalia se pueden controlar y controlar con precisión a una edad temprana, evitando así las complicaciones.

El pronóstico a menudo depende de la causa que originó la hidrocefalia.