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El espejismo de la carta milagrosa.

El espejismo de la carta milagrosa.

Muchos sitios ofrecen a los visitantes la oportunidad de comprar programas de capacitación "personalizados". De hecho, hay muy poco en sus tarjetas de personal y desafío a cualquiera a demostrar lo contrario.

Admitidos y no admitidos que no son simples programas preimpresos, su inutilidad reside, sin embargo, en la falta de presencia física del instructor durante el entrenamiento. Esta presencia es fundamental porque necesitamos evaluar cuidadosamente la técnica correcta de ejecución, postura, aspecto psicológico y muchas otras cosas que no se pueden examinar a distancia.

Vender programas de entrenamiento en línea significa aprovechar la ignorancia de las personas, un poco como el zorro con Pinocho.

Pero el espejismo de la "tarjeta milagrosa" atrae a muchas personas, especialmente a aquellos que tienen poco deseo de sudar y que están constantemente buscando el atajo ideal para alcanzar sus metas sin esfuerzo. Por no hablar entonces de los suplementos y de los diversos demonios.

Información: la clave para alcanzar el éxito.

Hoy en día, informarse antes de realizar una compra se ha vuelto casi obligatorio. La limitada disponibilidad económica en relación con la gran cantidad de propuestas en el mercado ha llevado al consumidor a prestar cada vez más atención a sus compras.

Sin embargo, a veces nos dejamos hechizar por productos o servicios deficientes, especialmente si se presentan bien o si se desean particularmente. Veamos un ejemplo.

Soy Matteo, un chico de 20 años y sufro mucho por mi apariencia física. Empecé a perder mi cabello a la edad de 16 años y me pesa mucho, tanto que trato de ocultarlo con sombreros y gorras.

Sé muy bien que el problema es genético y no tiene solución, pero un día abro repentinamente un periódico y leo que en mi ciudad ha abierto un nuevo centro tricológico. La publicidad es muy convincente, también porque el nuevo tratamiento con infrarrojos asegura un nuevo crecimiento en el 95% de los casos.

Lleno de entusiasmo, corro para informarme y encontrar a un caballero sonriente con una bata blanca para saludarme. Me muestra en detalle, a veces incomprensible, la nueva maquinaria de los milagros.

El costo por sesión es muy alto, 250 euros, pero el experto garantiza que después de 10 sesiones, el cabello volverá a crecer. Me convenció, hago la compra pero después de 10 sesiones no hay mejoría. "Usted es un caso especial, pero estoy seguro de que con 5 sesiones más, el problema se resolverá", me convenzo y prosigo con la terapia. Incluso después de tres meses el cabello no quiere volver a crecer.

Dejected comienza a informarme en internet y un médico confirma que la calvicie androgénica no es curable y que no hay ningún dispositivo capaz de volver a crecer el cabello.

"Si me hubieran informado antes, al menos habría evitado gastar 3250 euros innecesariamente", pienso desolado.

Se podría hacer un ejemplo similar para una niña obesa que lucha con las dietas en línea y para un chico enclenque que busca un programa de entrenamiento efectivo. En todos estos casos el deseo y el entusiasmo nublan la razón.

La información es la única arma que tenemos para defendernos de las estafas del mundo exterior, ¡no lo olvidemos!