El herpes ocular es una enfermedad causada por el virus del herpes simple tipo 1 (también involucrado en el herpes labial y, a veces, en el genital).
Afecta la piel y las membranas mucosas de los ojos. Provoca la formación de algunas vesículas llenas de líquido seroso destinadas a romperse o reabsorber. Estos son reemplazados posteriormente por costras frágiles y con sangrado tendencial.
Una vez contraída, la infección por herpes es crónica y no puede tratarse de forma permanente. Los virus escapan del sistema inmunológico (SI) y de las drogas, se esconden dentro de los ganglios del nervio sensorial. Cuando la situación se torna favorable (disminución de las defensas inmunitarias debido al estrés mental, físico general y localizado), salen y se multiplican, causando los síntomas y signos clínicos mencionados anteriormente.
El herpes ocular puede estar asociado al labial y nasal; Con menos frecuencia que el herpes genital.
Que hacer
Para evitar los síntomas del herpes ocular es necesario actuar en dos frentes:
- Prevención de la contención:
- La infección ocurre principalmente a través del contacto directo entre la piel y el líquido de la vesícula. Se debe evitar la transición entre portadores y personas sanas.
- La transmisión del patógeno durante la fase de latencia es más rara. Sin embargo, muchas infecciones ocurren sin ninguna suposición aparente. Esto significa que los portadores han descuidado los primeros síntomas y no han evitado el contacto con otras personas.
- Limite el intercambio de artículos personales como toallas, barras de jabón, maquinillas de afeitar, cepillos de dientes, depilatorios, etc.
- Es posible que la susceptibilidad al virus del herpes esté genéticamente determinada. Si este fuera el caso, la prevención sería menos importante.
- Después de la infección, la prevención de la aguda:
- Reducir el estrés psicológico, de cualquier tipo y también lo que dura por períodos limitados.
- Disminuir la frecuencia de infecciones generales o localizadas.
- Evitar el estrés químico y físico en las membranas mucosas.
- Alimentación de forma equilibrada.
- Preste atención a los requerimientos de nutrientes y la contribución de los elementos nutricionales directamente involucrados en el apoyo del sistema inmunológico: vitamina C, vitamina D, magnesio, hierro, zinc y selenio.
- Aumente la ingesta global de moléculas antioxidantes: además de vitamina C, vitamina A, vitamina E, polifenoles, etc. Estos pueden contrarrestar la acción de los radicales libres y disminuir el estrés oxidativo general.
- Cuida los ácidos grasos esenciales omega 3: son antiinflamatorios y estimulan la producción de anticuerpos.
- Consumir alimentos probióticos y prebióticos: mejoran el estado de la flora bacteriana intestinal que participa en el tropismo del sistema inmunológico.
- Comer alimentos ricos en aminoácido lisina: parece ejercer un efecto preventivo sobre la infección (se desconocen los motivos).
- Siga los protocolos deportivos de manera costosa pero razonable: la actividad motora puede optimizar las defensas naturales y la eficiencia del cuerpo. Sin embargo, una redundancia puede resultar contraproducente.
- Uso de medicamentos solo después de una consulta o prescripción médica: las terapias farmacológicas no deben ser autoadministradas, especialmente en el caso de los antibióticos que dañan la flora bacteriana intestinal.
- Protege la piel de las quemaduras solares, la irritación química y el frío intenso.
- Con el inicio de los primeros síntomas, recurrir rápidamente al uso de drogas.
Qué NO hacer
Los comportamientos potencialmente responsables de la infección por herpes simple son:
- Contacto físico directo con el líquido seroso contenido en las vesículas de un paciente (incluso si se encuentra en partes del cuerpo que no sean los ojos).
- Ignore los síntomas y omita para alertar a las personas sanas.
- Use las pertenencias personales de otros (se aplica tanto a personas sanas como enfermas).
- Negligencia en la higiene (especialmente durante las actividades en contacto cercano con otras personas).
Los elementos que pueden aumentar las posibilidades de herpes ocular agudo son:
- Estrés mental: compromete el sistema inmunológico y permite que los virus salgan de los ganglios y se repliquen.
- Ignorar otras infecciones: incluso si no son graves, crean una situación favorable para el desarrollo de virus latentes.
- Despreciando el mantenimiento del sistema inmunológico:
- Desarrollar déficit de vitaminas y salinas de los elementos implicados en el entrenamiento inmunológico.
- Toma algunos antioxidantes polifenólicos.
- Consumir alimentos implicados en la respuesta de intolerancia alimentaria: pueden aumentar la inflamación o los niveles de estrés oxidativo.
- Póngase en contacto con objetos o tome alimentos responsables de reacciones alérgicas.
- Siga una dieta sin prebióticos y probióticos necesarios para la flora bacteriana intestinal.
- Use suplementos alimenticios con altos niveles de arginina. Algunos estudios indican que este aminoácido podría promover el herpes agudo.
- Debilita el cuerpo con programas de entrenamiento inadecuados.
- Tomar los antibióticos y otros medicamentos de manera inadecuada.
- Exponga los ojos (membranas mucosas y piel circundante) al frío excesivo o a los rayos UV demasiado intensos.
Que comer
El manejo cuidadoso de la dieta es un factor importante en la prevención de enfermedades agudas; Sin embargo, no puede ser considerado un remedio.
- Ácido ascórbico o vitamina C: pimientos, cítricos, perejil, kiwi, lechuga, etc. Fresco y posiblemente crudo.
- Calciferol o vitamina D: pescado, aceite de pescado y yema de huevo.
- Zinc: hígado, carne, leche y derivados, algunos moluscos bivalvos (especialmente ostras).
- Selenio: carne, productos de la pesca, yema de huevo, leche y derivados, alimentos enriquecidos (papas, etc.).
- Magnesio: semillas oleaginosas, cacao y chocolate negro, salvado, verduras y frutas.
- Hierro: carne, productos de la pesca y yema de huevo. Algunas plantas lo contienen, pero la forma no es muy biodisponible.
- Antioxidantes polifenólicos: frutas y verduras frescas y crudas, vino tinto, aceite y semillas de almidón, especias, tés, raíces, hierbas medicinales, etc.
- Lisina: carne, queso, algunos productos de la pesca y legumbres (especialmente la soja).
- Probióticos: alimentos fermentados como yogurt, tofu, tempeh, suero de leche, etc. Los prebióticos, por otro lado, son moléculas de origen vegetal que pertenecen al grupo de los carbohidratos (disponible y no disponible para los humanos, las fibras).
- Omega 3: pescado (especialmente azul y grasa), algunas semillas oleaginosas y aceites relacionados (lino, kiwi, semilla de uva, etc.) y algas.
Lo que NO comer
Las conductas alimentarias a evitar son:
- Dietas monotemáticas.
- "Hazlo tú mismo" dieta vegana.
- Dieta sin verduras y verduras.
- Dietas basadas exclusivamente en:
- Alimentos cocinados
- Alimentos en conserva.
- Uso de complementos alimenticios a base de arginina.
Curaciones y remedios naturales.
Hacemos hincapié nuevamente en que no hay remedios definitivos para el herpes ocular.
Sin embargo, algunos productos naturales pueden promover el mantenimiento de un sistema inmunológico eficiente:
- Echinacea y otras plantas inmunoestimulantes.
- Jalea real
- Propóleo (para uso oral y tópico).
Cuidado farmacologico
También con respecto a los fármacos, hoy en día no existen remedios definitivos para el tratamiento del herpes ocular. Los productos disponibles se consideran una solución temporal y paliativa.
Estas terapias se utilizan principalmente para:
- Moderar los síntomas.
- Previniendo la multiplicación viral.
- Promover la cicatrización.
Los fármacos utilizados contra el herpes ocular son:
- Aciclovir (o similar): crema para uso tópico o tabletas para uso oral; Reduce la capacidad replicativa de los virus.
- Zinc y / o heparina en crema para uso tópico: reducir el tiempo de erupción.
- Interferón: potente acción antiviral.
- Inmunoestimulantes: especialmente hormonas tímicas naturales o sintéticas, estimulan la producción inmune.
- Antihistamínicos: actúan contra la picazón.
prevención
El remedio más apropiado es la prevención, que puede implicar una infección primaria en sujetos sanos o la aparición de infecciones agudas en los portadores del virus.
- Prevención de infecciones: requiere muchas precauciones tanto de las personas sanas como de las personas enfermas.
- Prevención de enfermedades agudas: reduzca el estrés general, garantice el funcionamiento del sistema inmunológico (incluido el estado nutricional), evite enfermarse repetidamente o sensibilice excesivamente las membranas mucosas de los ojos y la piel circundante.
Tratamientos medicos
No hay remedios totales para el herpes ocular, ni de origen farmacológico, ni de otra naturaleza médica.
Es recomendable limitarse a: prevenir la infección, prevenir el inicio de enfermedades agudas y, posiblemente, utilizar medicamentos específicos.