diabetes

Pie diabético: diagnóstico, tratamiento y tratamiento.

El problema del pie diabético.

Probablemente, el pie diabético es la complicación más incapacitante de la hiperglucemia crónica desatendida: es una afección patológica que afecta negativamente la calidad de vida del paciente, a fin de requerir una higiene escrupulosa y constante de sus pies, respaldada por exámenes médicos frecuentes.

Un pie diabético malévolo o infravalorado expone al paciente a úlceras, llagas sangrantes e infecciones que, a la larga, pueden propagarse a los tejidos circundantes y causar gangrena.

El objetivo principal del tratamiento del pie diabético es, sin duda, prevenir las úlceras plantares y, en el caso de una infección en curso, detener la lesión patógena en el menor tiempo posible.

diagnóstico

El manejo y monitoreo frecuentes del paciente diabético es esencial para minimizar el riesgo de complicaciones crónicas, incluido el pie neuropático.

La evaluación clínica del paciente con diabetes incluye una serie de exámenes:

  1. Anamnesis y examen físico: el historial médico y el examen físico del paciente son las tarjetas de visita del paciente. De esta manera, el médico se da cuenta de la gravedad de la situación: el examen objetivo incluye la evaluación de los signos vitales del paciente (temperatura corporal, latidos, presión arterial y frecuencia respiratoria), la prueba de sensibilidad de las manos y los pies (a menudo con discapacidad). en el diabético) y el examen de la circulación de las extremidades inferiores.
  2. Pruebas de laboratorio (análisis de sangre), importantes para determinar cualquier infección en curso o la presencia de otros trastornos de la sangre. Dependiendo de la gravedad del problema, el especialista puede prescribir análisis más detallados para el paciente, como pruebas de enzimas hepáticas y pruebas de función renal.
  3. Radiografía: indicada para examinar la posible presencia de daño a los huesos (p. Ej., Artritis) o cuerpos extraños en los tejidos blandos (p. Ej., La presencia de gas en los tejidos blandos puede indicar un estado de gangrena gaseosa en su lugar).
  4. Ultrasonido: si es necesario, el médico puede pedirle al paciente de pie diabético el Eco Doppler para evaluar el estado de los vasos sanguíneos (análisis de morfología y estructura).
  5. Angiograma: prueba de detección útil para obtener la representación de los vasos sanguíneos del cuerpo mediante la infusión de un medio de contraste en los vasos.

Cuidado y tratamiento

Dada la gravedad de la afección, el tratamiento del pie diabético requiere una evaluación multidisciplinaria que incluye un equipo compuesto por diabetólogos, podiatras y cirujanos.

Los pacientes con diabetes deben seguir todas las indicaciones dadas por el médico para implementar un programa de prevención eficaz que minimice el riesgo de lesiones en los pies, como callos, infecciones, etc. (para más información, lea "pie diabético: qué hacer y que no hacer ").

Breve reseña para entender ...

Como sabemos, la diabetes causa graves daños neuropáticos al paciente, como para alterar la capacidad de percibir dolor y cambios térmicos en los pies; como consecuencia, el paciente no se da cuenta de la presencia de lesiones plantares que, a medida que progresan, pueden dar lugar a úlceras extremadamente peligrosas. Estas lesiones luchan por sanar debido a la mala circulación en las extremidades inferiores (arteriopatía).

De acuerdo con esto, se entiende bien cómo el tratamiento del pie diabético se basa en primer lugar en la limpieza local de la úlcera, en el tratamiento de la infección y, claramente, en la prevención de posibles daños y complicaciones.

  • El apósito faltante de la lesión ulcerativa en el pie diabético reduce drásticamente las posibilidades de recuperación, exponiendo al paciente al riesgo de gangrena y, por lo tanto, de amputación del pie.

La terapia del pie diabético implica el uso concomitante de:

  1. Antibióticos específicos contra el patógeno que causó la infección: en general, los pacientes con pie diabético con infección actual se tratan con inyecciones intravenosas de antibióticos de amplio espectro (por ejemplo, penicilina, metronidazol, aminoglucósidos). En cambio, las infecciones de gravedad moderada o leve pueden tratarse con una terapia oral o por vía oral (el paciente todavía tendrá que ser hospitalizado durante unos días).
  2. Vendajes y gasas estériles, muy útiles para detener cualquier pequeño sangrado por lesiones, heridas o úlceras, y por lo tanto dificultan la entrada de bacterias en la lesión.
  3. Tratamiento del dolor: en presencia de dolor intenso en el pie, el paciente puede tomar, después de consultar al médico, analgésicos y analgésicos.
  4. Revascularización arterial, para mejorar la circulación sanguínea en las extremidades inferiores.
  5. Desbridamiento quirúrgico: tratamiento invasivo que consiste en la extirpación quirúrgica del tejido infectado.
  6. Terapia de oxígeno hiperbárico: es una práctica médica capaz de proporcionar niveles de oxígeno más altos de lo normal, para inhibir la proliferación de bacterias anaeróbicas y promover la cicatrización de heridas.

Cuándo contactar al médico

La obligación moral del paciente diabético es consultar al médico tan pronto como observe u perciba signos y síntomas anormales en el nivel de los pies.

El paciente siempre debe anotar en un bloc de notas todas las alteraciones observadas y percibidas en las extremidades: de esta manera, se facilita el posible diagnóstico posterior por parte del médico.

Por lo tanto, es esencial ponerse en contacto con su médico en las siguientes circunstancias:

  • Presencia de cualquier trauma al nivel de los pies (callos, úlceras, rasguños).
  • El paciente siente dolor u hormigueo en las piernas.
  • El paciente diabético tiene fiebre: la fiebre (o una fiebre simple) suele ser uno de los primeros síntomas de una infección.
  • Picazón en el pie (presunto índice de infección fúngica de los pies)
  • Alteración de la sensibilidad a los pies y hormigueo constante.
  • Presencia de manchas rojas en la piel de las piernas y / o pies (posible índice de inflamación o infección en curso)
  • Dificultad para caminar
  • Deformación obvia de los pies.
  • Enrojecimiento, inflamación e hinchazón a nivel de una uña: es una posible luz de una uña encarnada (la principal causa de infecciones en el pie diabético que causa gangrena).