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Calambres en el embarazo

generalidad

Los calambres del embarazo son un trastorno bastante común, que tiende a ocurrir especialmente durante el último trimestre del embarazo.

Los calambres son espasmos involuntarios y repentinos de un músculo (o una banda de músculos) que causan dolor agudo y se localizan en la correspondencia del área afectada. En general, los calambres del embarazo afectan principalmente a las piernas, en particular, las pantorrillas, los muslos y los pies.

Como regla general, los calambres tienden a desaparecer en pocos minutos y no se consideran un trastorno grave; sin embargo, esto no quita el hecho de que son molestos y pueden afectar negativamente la vida diaria de la mujer embarazada.

causas

Las principales causas de los calambres del embarazo son esencialmente los desequilibrios electrolíticos y la reducción de la circulación venosa que se crean en este período particular de la vida de la mujer.

De hecho, durante el embarazo, la mujer puede encontrarse con un déficit de sales minerales muy importantes, como el potasio y el magnesio, pero también sodio, calcio y fósforo.

Además de esto, en la mujer embarazada hay una disminución de la circulación sanguínea (en particular, la circulación venosa), debido a los altos niveles de progesterona presentes en su cuerpo. Además, incluso el aumento gradual en el peso corporal de la mujer ayuda a dificultar la circulación sanguínea en las extremidades inferiores.

tratamiento

Como se mencionó, por lo general, los calambres tienden a disolverse en pocos minutos. En algunos casos, para aliviar el dolor y favorecer su desaparición, puede ser útil estirar el músculo o los músculos afectados por el calambre, y también realizar un masaje para intentar reactivar la circulación sanguínea en el área afectada.

Sin embargo, si los calambres durante el embarazo ocurren durante la noche, puede ser útil levantarse de la cama y dar algunos pasos.

Normalmente, se prefiere evitar llevar a cabo un tratamiento farmacológico para el tratamiento de los calambres durante el embarazo. Más bien, si se considera necesario, el médico puede decidir prescribir la administración de suplementos alimenticios para restaurar los niveles normales de minerales.

Finalmente, el médico también podría recomendar a la futura madre que use medias elásticas de compresión graduada : dispositivos médicos indicados para favorecer el retorno de la sangre venosa al corazón, para así mejorar la circulación sanguínea en los miembros inferiores.

Sin embargo, si se desarrollan calambres durante el embarazo, siempre es recomendable consultar a su médico y abstenerse de realizar cualquier tipo de autodiagnóstico y autoterapia, para evitar exponerse a usted y al feto. Riesgos potenciales e innecesarios para la salud.

Consejos útiles para la prevención

Para tratar de prevenir, o al menos reducir, la frecuencia de los calambres durante el embarazo, es esencial adoptar una dieta saludable que permita aumentar los niveles de sales minerales de las que suelen carecer las mujeres embarazadas. En este sentido, puede ser muy útil consumir alimentos ricos en potasio, magnesio y calcio, como productos lácteos, bananas, vegetales de hojas verdes, legumbres, cereales y frutas secas.

Además de una nutrición adecuada, los calambres durante el embarazo también se pueden prevenir siguiendo algunos consejos simples, como:

  • Bebe mucha agua para evitar cualquier deshidratación;
  • Practica la actividad física moderada y regular, que se adapta a las condiciones de la mujer embarazada. A menudo se recomienda nadar, pero incluso una caminata simple (especialmente en la mañana y antes de ir a dormir) puede contribuir enormemente a promover la circulación sanguínea;
  • Realizar ejercicios de estiramiento muscular;
  • Evite permanecer al sol por mucho tiempo o en lugares muy calurosos;
  • Evite cansarse por estar de pie durante largos períodos de tiempo y evitar sentarse por mucho tiempo;
  • Use zapatos bajos (pero no planos), cómodos y que no compriman demasiado el pie, el tobillo o la pantorrilla;
  • Antes de acostarte, masajea tus piernas con agua fría;
  • Duerme con los pies ligeramente elevados respecto al resto del cuerpo.

Finalmente, incluso los baños de agua caliente y los baños de pies podrían ser útiles para promover la relajación muscular y prevenir, por lo tanto, la aparición de calambres durante el embarazo.