psicología

El miedo a la conducción - amaxofobia

generalidad

El miedo a conducir (o amaxofobia ) es una sensación de incomodidad, ansiedad y nerviosismo que una persona experimenta cuando se pone al volante o piensa que se encuentra en tal situación.

Este trastorno es muy incapacitante y afecta la existencia de quienes, a pesar de haber obtenido una licencia de conducir, no pueden llevar un medio de transporte. El tema está, de hecho, bloqueado por la ansiedad y las expectativas negativas que lo frenan.

La amaxofobia se manifiesta en la realidad o en fantasías anticipatorias : en algunos casos, el sujeto entra en un estado anticipado de incomodidad ante el simple pensamiento de conducir; otras veces, la ansiedad lo invade cuando entra al automóvil o después de recorrer un tramo de carretera.

A menudo, la amaxofobia se desencadena por condiciones especiales e involucra síntomas físicos y psicológicos de diversas entidades, como, por ejemplo, sibilancias, aumento del ritmo cardíaco, sudoración de las manos, temblores, agitación y náuseas.

El miedo a conducir puede tener repercusiones negativas en la vida cotidiana de una persona, en términos de limitaciones en la vida social y laboral. Afortunadamente, este trastorno se puede abordar con un curso de psicoterapia dirigido a superar la fobia.

¿Qué

El miedo a conducir es un trastorno fóbico caracterizado por la incomodidad o la ansiedad de ponerse al volante o los estímulos (reales o imaginarios) relacionados con esta actividad.

La amaxofobia se manifiesta de diferentes maneras y puede ser desencadenada por situaciones específicas, tales como:

  • Miedo a conducir tú mismo:
    • en general
    • en ausencia de una persona específica a su lado;
  • Miedo a la conducción:
    • por la noche o cuando está oscuro;
    • en la carretera y en carreteras rápidas;
  • Miedo a cruzar túneles y cruzar puentes o viaductos, en particular si son altos o largos (lugares de los que sería difícil o imposible salir en caso de necesidad);
  • Miedo a estar en medio de un tráfico excesivo, en el que puede encontrarse atrapado o desacelerado mientras conduce.
  • Miedo a alejarse de casa a cierta distancia.

causas

El miedo a conducir puede ser inducido por diferentes causas, que no siempre son fácilmente identificables.

La amaxofobia puede ser un trastorno fóbico simple, que afecta a un individuo, o puede ser parte de un cuadro psicológico más amplio.

El miedo a conducir puede ocurrir, por ejemplo, en personas que sufren de otras fobias y / o trastornos de ansiedad, como:

  • Ansiedad por separación (conducir solo o en ausencia de cierta persona, alejarse demasiado de su hogar, etc.);
  • La agorafobia, entendida como un temor de sufrir un ataque de pánico y no poder dejar el vehículo repentinamente o recibir ayuda, no encuentra un refugio ni una ruta de escape en túneles, puentes o carreteras que cruzan espacios abiertos en las llanuras;
  • Claustrofobia (conducir a través de túneles o atascarse en el tráfico);
  • Falta de control sobre el entorno (tráfico rápido por la autopista, conducción nocturna, etc.).

En estas personas, la inseguridad o la falta de confianza en su capacidad de control conducen a una ansiedad intensa. Por lo tanto, en la mente de las imágenes amaxofóbicas, vívidas y catastróficas se suceden, representando lo que podría suceder si uno manejara un vehículo motorizado. Este proceso negativo desalienta los intentos de abordar esta fobia y, al mismo tiempo, inhibe el deseo de superar este problema. Teniendo en cuenta el miedo a la conducción irresoluble, el sujeto implementa estrategias de evitación, es decir, identifica alternativas que le permiten sortear la necesidad o el deseo de ponerse al volante.

En algunos casos, sin embargo, el miedo a conducir se debe a un deseo más o menos consciente de mantener una relación de dependencia con la propia familia. No poder moverse de manera independiente, a pesar de tener un permiso de conducir, resulta en la imposibilidad de moverse para hacer los viajes requeridos o deseados sin ser acompañado por otros. Esto se observa, por ejemplo, en los jóvenes que ingresan en la vida adulta, pero no pueden asumir sus responsabilidades simbólicamente.

Otras veces, la incomodidad está representada por la posibilidad de enfrentar el camino y los otros usuarios que lo recorren, por la predisposición a manifestar ataques de enojo o impulsos agresivos inconscientes que podrían surgir durante el manejo.

El temor a conducir también puede estar relacionado con experiencias traumáticas, experimentadas por seres queridos o asistidos (por ejemplo, accidentes causados ​​personalmente como conductor del vehículo o sufridos en la posición del pasajero).

Hay, entonces, una serie de prejuicios culturales que pueden condicionar a las niñas que crecieron en entornos en los que se cree que el sexo femenino no puede conducir como el masculino.

A veces, la amaxofobia puede depender simplemente de una mala práctica en esta actividad, o puede haber sido interrumpida por un tiempo prolongado (en este caso, los cursos de manejo seguro pueden ser útiles).

Finalmente, algunos factores pueden intervenir en el trastorno, fortaleciendo los síntomas de la amaxofobia, como los fenómenos atmosféricos (lluvia, viento fuerte, nieve y hielo en la carretera).

Síntomas y complicaciones.

La persona que sufre de amaxofobia puede experimentar sentimientos de angustia, ansiedad y nerviosismo, que pueden provocar ataques de pánico. Algunas personas evitan totalmente la conducción; Otros pueden hacerlo solo para viajes cortos y conocidos.

El miedo a conducir produce síntomas psicológicos y / o fisiológicos-somáticos antes o durante la conducción, como:

  • Agitación ante la idea de conducir;
  • Sentimiento persistente de ansiedad de conducción;
  • Aumento de la frecuencia cardíaca;
  • Sibilancias;
  • Sensación de desmayo o mareo;
  • náuseas;
  • Sentimiento de "cabeza vacía" o vivir en una situación irreal;
  • Boca seca
  • Sudoración excesiva (especialmente en las manos);
  • Angustia, paranoia y miedo a morir.

En aquellos que experimentan una fuerte ansiedad anticipatoria, estos síntomas pueden aparecer antes de ingresar al vehículo, mientras que en otros casos ocurre cuando el sujeto ya está detrás del volante.

En algunos casos, la presencia de una persona a su lado se considera esencial para poder conducir; en otros momentos, los que sufren de amaxofobia deben "simplemente" evitar ciertas condiciones externas para sentirse seguros al conducir. Sin embargo, en ciertas ocasiones, esta actividad está completamente inhibida y no hay una modificación del contexto que afecte positivamente al miedo, lo mitigue y permita que se ponga al volante.

¿A qué le teme a una persona amaxofob?

Los escenarios imaginarios que pueden inhibir a quienes temen conducir son:

  • Pérdida de control de su vehículo, por un ataque de pánico o desmayo;
  • Incapacidad para evitar otros vehículos (especialmente vehículos grandes, como camiones);
  • Riesgo de ser invertido y / o causar un accidente grave;
  • Incapacidad para dejar el automóvil debido a una claustrofobia o un ataque de ansiedad;
  • Pérdida de orientación y posibilidad de perderse o encontrarse en áreas desconocidas;
  • Incapacidad técnica para conducir el vehículo adecuadamente, exponiéndose así al juicio negativo de los demás.

Posibles consecuencias

El miedo a conducir puede ser incapacitante, ya que influye en múltiples actividades y contextos.

La persona que experimenta esta fobia en primer lugar encuentra una fuerte limitación de autonomía y libertad de movimiento. Esto lleva a organizar su vida diaria en un intento por evitar los inconvenientes que la guía puede proporcionar.

Además de comprometer las relaciones sociales, esta actitud puede afectar el trabajo, ya que el amaxofobo está preparado para renunciar a trabajos que implican la posibilidad de moverse con un automóvil.

Finalmente, el efecto negativo afecta la autoestima del sujeto, que al no guiar, renuncia a muchas cosas y, al mismo tiempo, se siente limitado, incapaz y diferente de los demás.

diagnóstico

El miedo a conducir se puede abordar con la ayuda de psicólogos y psicoterapeutas.

La evaluación preliminar es fundamental para comprender las razones detrás de la incomodidad y para encuadrar el problema dentro de la historia de la vida del sujeto, identificando su significado y cuantificando su alcance. Esto también permite establecer el tratamiento más adecuado para el paciente individual.

terapia

Dependiendo de la gravedad del cuadro clínico, el miedo a conducir puede ser tratado de manera efectiva con técnicas de relajación y psicoterapia cognitivo-conductual. Estos enfoques tienen el objetivo de inducir al paciente a racionalizar su fobia y reconocer que posee las habilidades necesarias para reanudar la conducción, poniéndolos en práctica.

En los casos más leves de amaxofobia, el sujeto puede intentar implementar técnicas de relajación antes de conducir, tratando de concentrarse en la posibilidad de reaccionar a los pensamientos que provocan ansiedad. En este caso, es bueno avanzar gradualmente para superar los temores asociados con la conducción.

Una técnica de relajación que puede aplicarse a la amaxofobia es la desensibilización sistemática, en la cual todas las creencias negativas asociadas con la idea de conducir se tratan de una en una. Otro enfoque útil es la hipnosis, que proporciona un estado de relajación que hace que la persona en cuestión reconozca las causas de sus miedos y los supere.

En los casos más graves de amaxofobia, por otro lado, está indicado para emprender un curso de terapia cognitivo-conductual . Este enfoque enseña al sujeto a manejar los pensamientos negativos y limitantes asociados con el acto de guiar, a través de la presentación de estímulos temerosos, bajo condiciones controladas. De esta manera, el paciente está expuesto a las situaciones temidas con la posibilidad de aprender técnicas de autocontrol emocional capaces de reducir la ansiedad y el miedo a conducir.