drogas

Vía intravenosa de administración.

La principal característica de la vía intravenosa es la ausencia de todos los pasos descritos en las otras vías de administración (oral, subcutánea, intramuscular, etc.).

Rutas de Administración

  • enteral
    • oral
    • sublingual
    • rectal
  • parenteral
    • intravenoso
    • intramuscular
    • subcutáneo
  • INHALACIÓN
  • TRANSCUTÁNEA

De hecho, con la administración intravenosa, el ingrediente activo, solubilizado en un vehículo acuoso, se introduce directamente en el sistema circulatorio. Esto significa que si inyectamos una cierta dosis del ingrediente activo, contenida en una forma farmacéutica específica, toda la dosis administrada llega ilesa en la sangre, sin sufrir ninguna modificación. Por tanto, podemos decir que la biodisponibilidad de la vía intravenosa es del 100%; de hecho, la relación entre la dosis administrada y la dosis utilizada es igual a 1.

La administración intravenosa es realizada solo por personal altamente especializado y es muy útil para:

  • todos esos tipos de medicamentos que pueden causar irritación de los tejidos;
  • medicamentos de baja dosis ÍNDICE TERAPÉUTICO;
  • medicamentos que se metabolizan rápidamente antes o durante la absorción (como los péptidos que se digieren en el estómago como cualquier otra proteína);
  • también permite la introducción de grandes volúmenes de líquidos (fleboclisis);
  • se utiliza para terapia de emergencia (p. ej. convulsiones, ataques de asma, arritmias cardíacas, crisis hipertensiva, shock anafiláctico).

La inyección intravenosa se debe realizar muy lentamente, para no causar cambios bruscos de presión dentro del vaso sanguíneo. Las soluciones que se inyectan deben ser apirogénicas e isotónicas con la sangre. Como consecuencia, no deben ser hipotónicos (causar hemólisis de los glóbulos rojos), ni hipertónicos (podrían causar la formación de agregados de glóbulos rojos, por lo tanto, posibles trombos); además, no deben contener sustancias que causen la precipitación de los componentes de la sangre y no deben estar compuestos de disolventes oleosos (sin embargo, se permiten las emulsiones de aceite en agua). Se pueden administrar hasta 20 ml en bolo o más de 50 ml en perfusión lenta.

Los aspectos negativos de la vía de administración intravenosa son:

  • posibilidad de formación de embolias;
  • posibilidad de encontrar infecciones bacterianas y virales;
  • Posibilidad de inducción de bradicardia, hipotensión y desmayos.