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Linfedema: síntomas y terapias

Definición de linfedema

El linfedema es una afección clínica caracterizada por una acumulación / estancamiento enorme y exagerado de la linfa en los tejidos.

El linfedema, típico de las extremidades inferiores o superiores, es la consecuencia inmediata de un bloqueo o deterioro del sistema linfático. Sobre la base de las causas desencadenantes, analizadas en el artículo anterior, hemos distinguido linfedema primario y secundario.

El linfedema da lugar a síntomas característicos, como edema y sensación de pesadez, tensión y dolor en la extremidad afectada. En esta discusión final, después de haber enumerado y descrito los síntomas recurrentes, analizaremos las terapias actualmente disponibles. Sin embargo, recordemos que no existe una cura totalmente definitiva para el linfedema: el objetivo de la terapia es esencialmente reducir el edema tanto como sea posible, y mejorar los síntomas y los trastornos funcionales causados ​​por la oclusión linfática.

Los síntomas

La hinchazón crónica de las extremidades (edema) es sin duda el síntoma característico de linfedema. Generalmente, el linfedema ocurre en las extremidades inferiores o superiores y es asimétrico, lo que significa que aparece en una sola extremidad. Sin embargo, algunos pacientes desarrollan linfedema en ambas piernas o brazos: en tales circunstancias, una extremidad está visiblemente más inflamada que la otra.

Claramente, no todos los linfedemas son iguales: la hinchazón puede ser más o menos importante según la gravedad de la afección. En algunos pacientes hay una ligera inflamación de la extremidad afectada, mientras que en otros el cuadro clínico puede degenerar en verdadera elefantiasis.

Además del edema crónico, el paciente con linfedema puede quejarse de otros síntomas, que se enumeran a continuación:

  • Alteración del color de la piel. A lo largo de la extremidad afectada por el linfedema, no es raro observar una variación en el color de la piel: la piel tiende a decolorarse y se vuelve brillante
  • Dificultad para mover o doblar la extremidad afectada por linfedema
  • Engrosamiento de la piel
  • Piel frágil, susceptible a infecciones.
  • Percepción constante de la ponderación y constricción de la extremidad afectada por linfedema
  • Prurito y tensión de la piel de la extremidad afectada.

Lindefema no es una enfermedad dolorosa en sí misma; más bien, el "dolor" informado por los pacientes se refiere al sentimiento constante de opresión, una consecuencia de la hinchazón localizada.

diagnóstico

El diagnóstico de linfedema es esencialmente clínico, lo que significa que consiste en una observación médica directa de la extremidad afectada. El diagnóstico diferencial debe plantearse con todas las enfermedades marcadas por edema.

Según se analiza, el linfedema tiende a afectar a una sola extremidad (unilateral o asimetría de la patología): este aspecto es de primordial importancia para distinguir el linfedema de otras patologías más graves. El diagnóstico diferencial debe plantearse con edemas dependientes de:

  • insuficiencia cardiaca congestiva
  • insuficiencia renal
  • insuficiencia hepática

Incluso en las enfermedades mencionadas anteriormente, el edema es un síntoma muy recurrente; en estas circunstancias, el estancamiento de los líquidos, sin embargo, involucra a ambas extremidades. En el linfedema, recordemoslo una vez más, la hinchazón tiende a golpear, solo o al menos predominantemente, una sola extremidad.

Para establecer una sospecha de linfedema, es posible utilizar técnicas de imagen, como la MRI (imagen de resonancia magnética), CT (tomografía computarizada), linfosintigrafía * y Eco-Color-Doppler.

* Linfoescintigrafía: es una técnica de diagnóstico por imágenes, útil para obtener una imagen general del sistema linfático (ganglios linfáticos y vasos linfáticos). Esta prueba se realiza inyectando sustancias radioactivas (radiocoloides) directamente en la región subcutánea en relación con el distrito linfático que se analizará. El registro de las imágenes permite estudiar los ganglios linfáticos y el posible deterioro del sistema linfático, resaltando las áreas en las que se estanca la savia.

terapias

No existe una cura definitiva para el linfedema. Sin embargo, los pacientes afectados deben seguir un programa de terapia específico para reducir el edema y mejorar los trastornos funcionales causados ​​por la enfermedad.

El DRENAJE LINFÁTICO MANUAL es uno de los pilares de la terapia: a través de este masaje manual, el sistema linfático se estimula mecánicamente. El drenaje linfático es una técnica extremadamente eficaz para reducir la inflamación del linfedema: los ganglios linfáticos se "vacian", por lo que se favorece el drenaje de la linfa estancada de los tejidos. El vaciado de las estaciones de los ganglios linfáticos mejora, como consecuencia, la cinética de toda la circulación linfática.

BANDAJE, PRESOTERAPIA y el uso de TUTORES ELÁSTICOS también se recomiendan tratamientos para reducir el edema.

Hablamos de terapia descongestiva compleja (DPC) cuando se combinan dos o más tratamientos (que se enumeran).

La terapia descongestiva compleja no debe realizarse en pacientes con hipertensión, diabetes, parálisis, insuficiencia cardíaca, infecciones agudas de la piel, cáncer o trombosis.

Claramente, es necesario rastrear la causa del linfedema: por ejemplo, si se diagnostica una linfangitis bacteriana subyacente, se debe realizar una terapia antibiótica específica.

Algunos linfedemas requieren una intervención quirúrgica para eliminar el exceso de tejido de la extremidad afectada por linfedema. Aunque la operación quirúrgica puede aliviar significativamente la inflamación, el linfedema no se puede curar por completo.