salud dental

Caries e higiene bucal.

Para combatir la caries, la regla principal de higiene es lavarse los dientes con cepillo y pasta de dientes después de cada comida: de esta manera, se eliminan los residuos de alimentos y las bacterias no pueden echar raíces debido a la falta de nutrientes.

Si todos cuidáramos nuestra higiene oral, ya no necesitaríamos al dentista, o casi. De hecho, someterse a revisiones periódicas es una regla muy importante. De esta manera, el dentista podrá juzgar el estado de la salud dental mediante el bloqueo del más mínimo indicio de caries al nacer.

Hoy tenemos muchos medios para cuidar nuestros dientes. Los cepillos de dientes tradicionales, con cerdas especiales o eléctricas, pastas de dientes y enjuagues bucales son solo algunas de las herramientas comúnmente utilizadas que se pueden encontrar fácilmente en la farmacia o en el supermercado.

Cepillo de dientes, ¿cuál elegir?

En el mercado hay una gama muy amplia de cepillos de dientes, tan amplia que a menudo conduce a desorientar al consumidor.

En primer lugar, la elección de las cerdas debe recaer sobre las artificiales. De hecho, los naturales tienen puntos irregulares que corren el riesgo de irritar y dañar las encías. También tienden a retener bacterias dentro de ellos.

Entre todos los cepillos de cerdas artificiales, es bueno elegir aquellos con cabezas hechas de mechones distintos y con puntas redondeadas que puedan alcanzar las profundidades de los espacios interdentales. El diámetro de las fibras sintéticas está normalmente entre 0, 20 y 0, 25 mm (dureza media).

Es aconsejable comprobar periódicamente el estado de desgaste de las cerdas. Tan pronto como note los puntos doblados y deformados, debe reemplazar el cepillo por uno nuevo (al menos un voltio cada dos o tres meses).

Cepillo de dientes tradicional, ¿cómo usarlo?

Aprender a usar el cepillo de dientes correctamente ayuda a preservar la sonrisa y la billetera.

El mal hábito de cepillarse los dientes con un movimiento horizontal fuerte y vigoroso es de poca ayuda en la lucha contra la caries dental. De esta manera, la placa bacteriana no se elimina por completo, sino que se arrastra de un diente a otro, lo que favorece su anidación en los espacios interdentales. La acumulación de placa en estas áreas, además de ser difícil de eliminar, facilita la aparición de caries, sarro y gingivitis. Un movimiento demasiado enérgico tenderá a empujar la placa contra la encía, facilitando su depósito en esta área. El estrés mecánico excesivo en el collar también puede causar un daño significativo, como inflamación y recesiones gingivales.

El método correcto para limpiar los dientes implica movimientos perpendiculares a las encías, no demasiado energéticos y con el cepillo de dientes inclinado 45 °. Para limpiar el arco superior, será necesario proceder de arriba a abajo y viceversa.

Durante la limpieza de los dientes es recomendable cambiar el ángulo para penetrar con las cerdas también en los intersticios dentales y eliminar la placa presente debajo del collarín gingival.

La operación de limpieza debe repetirse sin prisas incluso en el interior, a menudo peligrosamente excluida. Finalmente, es bueno pasar el cepillo de dientes sobre los dientes, especialmente sobre los molares y premolares, para eliminar la placa presente entre los espacios intercuspidales (ese tipo de cuenca formada por las 4 puntas del diente).

Estas operaciones para ser efectivas no deben durar menos de 2 o 3 minutos y afectar un diente a la vez sin cambiar rápidamente de un diente a otro.

Cepillo de dientes electrico

Sus armas ganadoras son la facilidad de uso y la conveniencia. El movimiento oscilante de alta velocidad garantiza una higiene bucal impecable al eliminar la placa bacteriana de los dientes y las encías. Para aquellos que no están en posesión del manual necesario para limpiar los dientes con el cepillo de dientes normal puede ser un aliado valioso en la lucha contra la caries dental. Los niños pueden incluso encontrar divertido y animarse a cepillarse los dientes con más frecuencia.

Cuando compra es importante elegirlo bien, en general, las marcas más publicitadas tienen una buena relación calidad / precio.

Recomendamos la compra de un modelo recargable, con mango ergonómico y cabeza incluidos en el paquete. En cuanto a los cepillos de dientes normales, la cabeza debe reemplazarse cada 2-3 meses.

Limpieza de la lengua

LIMPIEZA DEL LENGUAJE: la limpieza del dorso lingual tiene la tarea de eliminar los microorganismos responsables de la halitosis. Debe hacerse con herramientas especiales que pueden ser reemplazadas temporalmente por el cepillo de dientes. Gracias a la eliminación de cualquier alimento y residuos microbianos, la higiene de la lengua también puede prevenir la caries dental y la enfermedad de las encías.

La operación de limpieza debe realizarse en profundidad, ya que es precisamente en las áreas posteriores de la parte posterior lingual que contiene el mayor número de bacterias. Pero debemos considerar que una limpieza demasiado profunda podría desencadenar una acción de rechazo espontáneo.

La limpieza se realiza sacando la lengua lo más lejos posible de la boca e insertando la puliscilingua muy profundamente y frotándola hacia atrás durante aproximadamente un minuto.

El uso de esta práctica se recomienda sobre todo para pacientes que sufren de halitosis, incluso si, dada su importancia, debería incluirse en las operaciones de higiene bucal de toda la población.

Hilo dental

Para eliminar las cavidades profundas y prevenir la formación de sarro, una herramienta válida, a menudo subestimada, es la seda dental.

Su uso constante permite eliminar también la placa que anida en los espacios interdentales. Estas áreas, generalmente inaccesibles al cepillo de dientes tradicional, constituyen un refugio ideal para las bacterias responsables de la caries y la inflamación gingival. Incluso si esta herramienta aún no ha caído totalmente en los hábitos de los italianos, su uso es más simple de lo que uno podría pensar y después de un par de aplicaciones se adquiere la capacidad de maniobrar correctamente.

El hilo dental debe insertarse entre dos dientes, bajarse hasta la encía y tirar hacia afuera para que se adhiera bien a uno de los dos dientes. La operación de fregado se repetirá para el otro lado del diente y para todos los intersticios restantes. Es importante enjuagar bien la boca después de limpiar, quizás con enjuague bucal. De esta manera, se eliminará la placa extraída de la seda dental, que de lo contrario podría volver a depositarse en los dientes.

En la transición de un espacio interdental a otro, es bueno enjuagar el tramo de hilo utilizado para eliminar cualquier depósito bacteriano.

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