Las formas biliosas forman un sistema de transporte biliar arquitectado. Este líquido, producido por las células del hígado y canalizado hacia los conductos biliares en vasos de calibre creciente, se concentra en la vesícula biliar y finalmente se vierte en el intestino delgado para promover la digestión de los lípidos de los alimentos.
Desde la síntesis en los hepatocitos (las células del hígado) hasta la salida en el duodeno, la bilis se transporta a vasos de tamaño gradualmente creciente, de acuerdo con el siguiente esquema:
Canalillulas o capilares biliares → Hancanololes o ductilos de Hering → Conductos biliares interlobulares → Conductos biliares intrahepáticos → Conductos lobulares laterales (derecho e izquierdo) que se unen para formar → el conducto hepático común, que sale del hígado y se une con → el conducto quístico (proveniente de la vesícula biliar) que forma → el conducto biliar común (o colédoco, de 7 centímetros y medio de largo) → que se une al conducto pancreático → que forma la ampolla de Vater → y que ingresa al duodeno.
El conducto hepático común y el conducto biliar común son dos segmentos de un solo canal. De hecho, entre una comida y otra, la bilis de los conductos hepáticos lobares ingresa al conducto hepático común y se desvía hacia la vesícula biliar, donde se acumula y concentra. Después de una comida, cuando el intestino necesita bilis para emulsionar las grasas y permitir su digestión, la vesícula biliar (o vesícula biliar) se contrae vertiendo la bilis acumulada en el duodeno. El conjunto se ve favorecido por la presencia de un esfínter, el llamado esfínter de Oddi, en el punto de salida en el tenue; mientras que durante el ayuno este anillo muscular se contrae, después de las comidas se relaja para permitir el paso de la bilis en el intestino (vesícula biliar contraída -> esfínter abierto, vesícula biliar relajada -> esfínter cerrado).
El flujo de salida de la bilis dentro del tracto biliar puede estar obstruido en varios niveles por tumores, cálculos o estenosis (constricciones anormales). En este caso, hablamos de colestasis, una afección asociada con frecuencia a la ictericia, es decir, a la coloración amarilla de la piel y de la esclerótica ocular debido al paso excesivo en la circulación de la bilirrubina biliar.
COLESTASIS EXTRAEPATICA (causas) | COLESTASIS INTRAEPATICA (causas) |
Tumores de los conductos biliares. quistes Estenosis de los conductos biliares. Cálculos en el conducto hepático común. pancreatitis Tumores del páncreas o seudoquistes. Masas tumorales en órganos adyacentes Colangitis esclerosante primaria | Trastornos hepáticos por abuso de alcohol. amilosis Absceso bacteriano en el hígado. Linfoma, tumores hepáticos primarios o secundarios. Embarazo (colestasis obstétrica) Cirrosis biliar primaria Colangitis esclerosante primaria sarcoidosis septicemia tuberculosis Hepatitis viral aguda Sindrome de sjögren |