La tráquea es una estructura elástica y flexible, comparable a un cilindro aplanado en la cara posterior. Desde el punto de vista fisiológico, su objetivo es transportar el aire desde el exterior a los pulmones durante la inhalación y en la dirección opuesta durante la espiración.

De aproximadamente 12 cm de largo y un diámetro promedio de 2 cm, la tráquea une la laringe con los bronquios. Superiormente se origina en el cartílago cricoides de la laringe, mientras que en la parte inferior termina con una bifurcación de la que nacen los dos bronquios primarios. A partir de este nivel, el árbol respiratorio continúa con una densa red de ramificaciones: los bronquios primarios originan los bronquios secundarios (bronquios lobares) y de éstos los bronquios terciarios (bronquios segmentarios), que a su vez se dividen en bronquiolos. en los bronquiolos terminales y finalmente en los bronquiolos respiratorios ricos en alvéolos.

La tráquea está formada por una serie de anillos cartilaginosos superpuestos, similares a una herradura, abiertos en la región posterior y conectados entre sí por tejido conectivo.

Las aberturas de estos anillos están conectadas por haces de fibras musculares lisas que forman el llamado músculo traqueal.

Posteriormente, la tráquea dibuja relación con el esófago, mientras que lateralmente dibuja relaciones con el nervio vascular del cuello. Desde un punto de vista educativo, se puede dividir en dos partes. El primero, Pars cervicalis (extratorácico) se continúa en forma superior con el cartílago cricoides de la laringe (ubicado en la parte inferior de este órgano), que se extiende desde la 4ª hasta la 7ª vértebra cervical. En la parte inferior, el pars cervicalis continúa con el segmento traqueal intratorácico (pars torácico), que a su vez termina en el límite del cuerpo y del esternón (a nivel de la vértebra torácica IV-V en el adulto) dividiéndose en los dos bronquios primarios.

Debido a la disposición particular de los anillos traqueales, desde el punto de vista morfológico, la tráquea aparece aplanada posteriormente y redondeada en su parte frontal.

El diámetro anterior-posterior es de aproximadamente 1, 5 cm, mientras que el diámetro transversal es de aproximadamente 1, 8 cm.

Como todas las estructuras cartilaginosas, cada anillo traqueal está cubierto por una capa de tejido conectivo rico en vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas, llamada pericondrio. Los intercambios nutritivos de las células cartilaginosas dependen de ello.

El pericondrio de cada anillo C está conectado a los anillos adyacentes por un tejido conjuntivo fibroelástico, que proporciona cierta flexibilidad a la tráquea. Gracias a esta forma particular, esta estructura puede estirarse y expandirse durante la inspiración, pero también puede seguir los diversos movimientos de la cabeza, la laringe y la garganta. En cambio, se produce una compresión traqueal durante la tos y con los actos de deglución (al pasar el bolo al esófago).

La pared de la tráquea, que procede del exterior hacia el interior, tiene tres capas: la adventicia, la submucosa y la mucosa. Sin entrar en los detalles anatómicos, recordamos brevemente que la mucosa de la tráquea (ver imagen de la izquierda) está cubierta por un epitelio ciliado pseudoestratificado cilíndrico (epitelio respiratorio), sobre el cual se deposita una capa de moco.

Gracias a los movimientos ciliares y la acción adhesiva del moco, la tráquea puede "autolimpiarse", atrapar agentes extraños (polvo, polen, bacterias, etc.) y favorecer su eliminación. De hecho, los cilios traqueales, que se mueven desde la parte inferior hacia arriba, hacen que el moco ascienda hacia la cavidad oral, luego hacia el esófago y desde aquí hacia el estómago, donde es digerido por los jugos gástricos.