fisiología

Color de piel y melanina.

Color de la piel: ¿de qué depende?

El color de la piel se debe básicamente a la presencia de un pigmento de la piel llamado melanina, la misma sustancia responsable de dorar la piel cuando se expone al sol.

El color de la piel está determinado, en menor medida, por la hemoglobina, que, cuando se une al oxígeno, le da a la sangre un color rojo brillante, lo que le da a la piel un color rosado. Por otro lado, cuando la hemoglobina se disocia, la sangre toma un color azulado y esto puede dar a la piel un color cianótico (gris azulado). El fenómeno es más evidente en individuos de piel clara.

También los pigmentos carotenoides, presentes en los alimentos de color amarillo anaranjado (primero las zanahorias, seguidos de albaricoques, pimientos, tomates, etc.) contribuyen a determinar el color de la piel. Si la dieta de un individuo es particularmente rica en estos alimentos, su piel, especialmente en las palmas de las manos, puede asumir una coloración ligeramente amarillenta. En estos casos, se habla de carotenosis.

Melanina: síntesis y funciones.

La melanina es producida por los melanocitos, células dendríticas que pertenecen a la capa basal de la epidermis. Sus dendritas se desarrollan hacia arriba y hacen contacto con un buen número de queratinocitos.

El número de melanocitos es aproximadamente el mismo, independientemente de la raza. En el individuo que envejece, el número de melanocitos activos, es decir, capaces de producir melanina, disminuye progresivamente. Este fenómeno se vuelve sorprendente a nivel del cabello, cuyo injerto está vinculado precisamente a la pérdida de actividad de los melanocitos presentes en los folículos pilosos.

  • MELANIN: pigmento responsable del dorado de la piel.
  • MELANOCITAS: células que producen melanina.
  • MELANOSOMAS: orgánulos internos a melanocitos responsables de la síntesis de melanina

    MELANOGENESI: proceso de producción de melanina.

  • KERATINOCYTES: componente principal de las células epidérmicas
  • EPIDERMIDA: capa externa de la piel.

La melanogénesis es el proceso de producción de la melanina. Se divide en cuatro fases:

  • Producción de melanosomas en el interior de los melanocitos.
  • Síntesis de melanina en el interior de los melanosomas.
  • transferencia de melanosomas de los melanocitos a los queratinocitos;
  • degradación de los melanosomas;

- La síntesis de melanina es un proceso particularmente complejo. Solo recordamos que esta síntesis parte de la tirosina, un aminoácido que nuestro cuerpo puede producir a partir de la fenilalanina que, a diferencia de su derivado, se considera un aminoácido esencial.

Hay dos tipos de melanina, eumelanina (pigmento más oscuro e insoluble) y feomelanina (pigmento amarillento rico en azufre). Dependiendo del tipo de melanina y el tamaño de los melanosomas, podemos distinguir tres tipos raciales:

  • NEGROID: los melanosomas son muy grandes y particularmente ricos en eumelanina
  • CAUCASICO: los melanosomas son más pequeños y contienen eumelanina
  • CELTIC: las melanosmos son acora más pequeñas y contienen feomelanina (piel muy clara, poblaciones del norte de Europa)

- El siguiente paso es transferir los melanosomas a los queratinocitos. Este pasaje es fundamental porque mientras la melanina permanezca dentro de los melanocitos, la epidermis no adquiere color.

Solo cuando los melanosomas se transfieren a los queratinocitos, la piel se pigmenta.

Inicialmente, los melanosomas se mueven a lo largo de las dendritas: dentro de los melanocitos hay cadenas de proteínas con capacidad contráctil, capaces de migrar los melanosomas hacia el ápice dendrítico. En este punto, los queratinocitos logran tragar los extremos de las dendritas, liberando los melanosomas.

- En la cuarta fase se produce la degradación de los melanosomas contenidos en los queratinocitos. En este punto se debe hacer una distinción entre los diversos tipos raciales.

Dentro de los melanocitos, los melanosomas están separados unos de otros. Una vez pasados ​​a los queratinocitos, pueden permanecer aislados o agrupados en grupos llamados complejos melanosomales (típicos del fenotipo celta y caucásico). Todo el proceso está condicionado por el tamaño de los melanosomas y su contenido de melanina.

En la raza celta, los melanosomas, pequeños y ricos en feomelanina, se agrupan fácilmente en complejos melanosomales rodeados de membrana. En su interior están encerradas enzimas especiales, capaces de degradar las membranas y la propia melanina. Dado que la piel celta es pobre en melanina, esta degradación se produce casi por completo en las capas profundas de la epidermis, lo que evita que el pigmento se levante y le da a la piel un color pálido típico.

En la raza caucásica, gracias al mayor contenido de melanina, esta degradación se ralentiza y es menos eficaz para prevenir el aumento del pigmento.

En la raza Negroid, los melanosomas, ricos en eumelanina, permanecen aislados unos de otros (a diferencia de los casos anteriores, no forman complejos melanosomales). Esta característica evita la degradación de la melanina, que llega fácilmente al estrato córneo, dando a la piel el color oscuro típico.

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