salud de la mujer

Mama ragadi

generalidad

Las fisuras de los senos son cortes pequeños, más o menos profundos, limpios, que afectan el pezón y la areola que lo rodea.

Causas comunes de las fisuras mamarias :
  • higiene inadecuada de los senos
  • mal adjunto del niño

Los síntomas de Ragadi de mama »

Muy comunes durante las primeras semanas de lactancia, especialmente en las primíparas, las fisuras mamarias parecen ser grietas más bien dolorosas, especialmente durante la succión. Estos pequeños cortes se convierten en un problema importante cuando causan un dolor de tal intensidad que desalienta el apego del bebé al pecho, privándolo así del alimento más recomendable para su crecimiento.

Además, las fisuras del pezón pueden representar una ruta de entrada para las bacterias, con una posible infección de las glándulas mamarias (mastitis), especialmente en casos de no amamantamiento o atascos de tráfico.

Prevención de fisuras en los senos: qué hacer antes de dar a luz

Jugar temprano en los últimos meses de embarazo puede ser una ayuda valiosa para prevenir las fisuras de los senos. Para ello se pueden realizar algunos ejercicios de rotación y estiramiento del pezón:

  • Rotación del pezón: para facilitar la extroflexión, sujételo entre el índice y el pulgar haciéndolo girar en sentido horario y antihorario.
  • Estirar el pezón: coloque los pulgares en los extremos opuestos de la areola (tanto vertical como horizontal) y realice movimientos de estiramiento suaves.

Prevenga las fisuras del pezón: cómo amamantar y cuidar sus senos

En la mayoría de los casos, las fisuras en los pezones reconocen la posición incorrecta del recién nacido como causa de origen, lo que, al succionar con avidez solo del pezón, produce un trauma excesivo. La intervención más efectiva, tanto para fines preventivos como terapéuticos, se refiere, por lo tanto, al correcto acoplamiento del niño, útil también entre otras cosas para estimular la secreción de leche.

  • Para unir correctamente, el niño debe abrir la boca e insertar el pecho hasta el final, agarrando gran parte de la areola y no solo el pezón.
  • El niño debe acostarse de lado, con el estómago contra el cuerpo de su madre y la cabeza envuelta en un abrazo de madre; el pezón debe estar en la nariz del niño, de modo que cuando abra su boca, lo tomará de abajo hacia arriba.
  • En la posición correcta, durante la alimentación, una parte de la areola será visible sobre el labio superior del niño, mientras que no estará debajo del labio inferior, que aparecerá al revés; la mejilla del bebé aparecerá hinchada y redonda, sin los típicos hoyuelos de biberón, mientras que la barbilla y la nariz permanecerán en contacto con el seno.
  • Tome una posición diferente en cada alimentación (sentado, de costado, acostado) para no irritar el pezón y permitir que el niño ejerza presión sobre diferentes áreas del pezón y la areola; Esta precaución permite prevenir tanto la aparición de irritaciones y fisuras en el pecho como los cuellos de botella mamarios.
  • Antes de sujetar al bebé al pecho, verifique que su nariz esté libre, de modo que pueda respirar durante la succión.
  • Al final de la alimentación, el bebé saldrá espontáneamente del seno; si es necesario retirarlo prematuramente, la operación debe realizarse colocando un dedo en la esquina de la boca, estimulándolo y luego presionando el pecho hacia abajo; todo esto para salvar inútiles lágrimas y tensiones resultantes de un desprendimiento demasiado brusco.
  • Cuando el bebé está bien sujeto, la disminución de la duración de la alimentación no protege al pezón de las fisuras de los senos; durante la alimentación, la madre podrá sentir el ruido correcto generado por la deglución (glu-glu), sin ningún estallido que represente al espía de una aspiración de vacío. Sin embargo, si observa que el niño permanece conectado demasiado tiempo, es bueno eliminarlo de acuerdo con lo que se indica en el punto anterior. El alimento no debe durar más de 25 a 30 minutos, para evitar que el pezón se irrite o que el bebé succione.
  • La aparición de fisuras en los senos no debe interrumpir la lactancia materna, ya que tienden a la curación espontánea una vez que se han eliminado las causas fundamentales. Solo en el caso de fisuras sangrantes es recomendable suspender la lactancia y recurrir al uso de medicamentos curativos y antibacterianos bajo supervisión médica.

Tratamiento de las fisuras mamarias: ¿existe un tratamiento útil?

La higiene precisa de los mismos es muy importante para prevenir las fisuras mamarias.

  • Antes de alimentar las manos debe limpiarse adecuadamente con agua tibia. Para limpiar los pezones, evite los jabones u otros detergentes agresivos, posiblemente utilizando los tejidos específicos específicos para su limpieza (asegúrese de que los componentes sean naturales y no necesiten enjuague), también verifique la ausencia de surfactantes que sequen la piel o perfumes que podrían cambiar el olor natural de los senos y molestar al bebé). Lo ideal es usar agua hervida y una gasa estéril para limpiar suavemente el área de alimentación, con movimientos que van desde el pezón hasta la areola.
  • Al final de la alimentación, seque los pezones en el aire o frótelos sin frotar. Esta operación es importante para evitar la maceración de la piel causada por el uso del sostén del pezón todavía húmedo; finalmente, después de la alimentación, los senos se pueden cubrir con copas absorbentes y transpirantes, que se cambiarán tan pronto como se humedezcan.
  • No es necesario que se lave los senos más de una vez al día, o use jabones o frótelos con una toalla. El agua y los detergentes, de hecho, eliminan las grasas naturales protectoras de la piel y pueden secarla y hacerla más susceptible a la irritación y agrietamiento.
  • Verter suavemente unas cuantas gotas de leche del pecho y extenderla alrededor del pezón puede ser útil antes de la alimentación para suavizar la areola y al final de la misma para estimular la cicatrización de las grietas.
  • Para el tratamiento y el tratamiento de las irritaciones que pueden convertirse en erupciones dolorosas, muchos expertos recomiendan no usar pomadas o lociones medicinales específicas, que podrían irritar la piel sin aportar beneficios reales, pero también dar a la leche un sabor desagradable. Generalmente, para prevenir la formación de fisuras mamarias, se utilizan aceites vegetales, como la almendra dulce o el hipérico.