definición
El trastorno de personalidad evitativo es una condición psiquiátrica caracterizada por el temor excesivo de las personas o situaciones en las que puede ocurrir el rechazo, la crítica, el fracaso o el conflicto. Las personas afectadas por este trastorno tienen miedo de emprender relaciones o cualquier experiencia nueva debido al riesgo de que esto pueda resultar en decepción o fracaso.
Las causas de evitar el trastorno de la personalidad no están definidas de forma clara e inequívoca; a menudo, esta imagen resulta de la combinación de varios factores sociales y biológicos.
En particular, el desarrollo del trastorno de evitación de la personalidad puede promoverse mediante el crecimiento en un entorno familiar incapacitante, caracterizado por una inhibición del comportamiento por parte de padres exigentes o excesivamente protector. La condición también puede ser influenciada por diversos trastornos de ansiedad en la infancia y la adolescencia, el temperamento introvertido y la timidez extrema.
Síntomas y signos más comunes *
- angustia
- Ansiedad anticipatoria
- Comportamiento suicida
- depresión
- desrealización
- disforia
- Trastornos del humor
- evitación
- Aislamiento social
- nerviosismo
Direcciones adicionales
El trastorno evitativo de la personalidad se manifiesta con una inhibición social, una sensación de inadecuación e inferioridad, hipersensibilidad al juicio de otras personas y poca capacidad de adaptación.
Los pacientes claramente sufren de su aislamiento y muestran un fuerte deseo de establecer relaciones con otras personas, pero al mismo tiempo presentan un miedo constante a ser criticados, desaprobados o rechazados. Para aquellos con trastorno evitativo, esta perspectiva es tan inaceptable que prefieren mantenerse alejados de las personas, ya que, al acercarse, pueden descubrir sus posibles aspectos negativos. Sigue la tendencia a evitar las relaciones con los demás (las relaciones son raras o están vinculadas a objetivos específicos), especialmente si implican una cierta participación emocional, y la tendencia a jugar una vida rutinaria que protege contra los riesgos potenciales constituidos por nuevos Situaciones interpersonales. A menudo, estas manifestaciones pueden confundirse con las de la fobia social. Sin embargo, a diferencia de este último, el trastorno de personalidad evitativo incluye un sentimiento de ansiedad general por todas las interacciones con los demás y un fuerte sentido de extrañeza con respecto al mundo exterior.
Por un lado, la evitación de personas o situaciones en las que puede ocurrir el rechazo, el fracaso o el conflicto protege del contacto interpersonal y alivia los estados de ánimo negativos; por otro lado, esta actitud conduce a una soledad vivida con tristeza y una sensación de vacío.
A menudo, el sujeto con trastorno de personalidad evitativo sufre de depresión y pánico. En los casos más graves, los pacientes pueden abusar de sustancias (alcohol, drogas, psicotrópicos, etc.) o desarrollar ideas suicidas.
El trastorno de personalidad evitativo responde suficientemente bien a la terapia cognitivo-conductual a medio y largo plazo.