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definición
El tracoma es una enfermedad infecciosa, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que afecta la conjuntiva al determinar su inflamación crónica.
El tracoma es muy contagioso y se transmite fácilmente por contacto directo con una persona infectada (principalmente de ojos a ojos o de mano a ojo). El contagio también puede ocurrir al compartir artículos personales contaminados (toallas y ropa) o a través de vectores (moscas). Si no se trata, el tracoma se caracteriza por exacerbaciones y remisiones progresivas que pueden causar la aparición de cicatrices en los párpados, triquiasis, trastornos visuales y ceguera irreversible.
A nivel mundial, el tracoma es la principal causa de ceguera de origen infeccioso. El agente etiológico de la enfermedad es endémico en muchas áreas pobres de Asia, África, América Central y del Sur, Australia y el Medio Oriente.
Síntomas y signos más comunes *
- conjuntivitis
- Dolor en los ojos
- entropión
- fotofobia
- Hinchazón de los párpados
- lagrimeo
- Ojos rojos
- Opacidad corneal
- picazón
- Reducción de la visión
- Secreción ocular
- triquiasis
- Visión borrosa
Direcciones adicionales
El tracoma generalmente afecta ambos ojos. Los síntomas iniciales aparecen después de un período de incubación de aproximadamente 7 días e incluyen picazón ocular leve, fotofobia, edema del párpado, hiperemia conjuntival y lagrimeo. Posteriormente, numerosos folículos blanquecinos se desarrollan en la conjuntiva tarsal superior; estos aumentan gradualmente de tamaño, hasta convertirse en papilas inflamatorias. En esta fase, también comienza el proceso de neovascularización corneal.
Si no se utiliza una terapia adecuada, los folículos inflamatorios y las papilas se reemplazan por tejido cicatricial con engrosamiento del párpado, entropión, obstrucción del conducto lagrimal y triquiasis (doblado de las pestañas en el ojo). Además de causar dolor, la triquiasis daña la córnea: las pestañas, al invertir su orientación, entran en contacto con la superficie ocular y causan irritación adicional, la constitución de la tela corneal (infiltración y vascularización superficial de la córnea) y la cicatrización. Por lo tanto, la córnea se vuelve opaca y engrosada, y pueden aparecer abrasiones o úlceras. La progresión de la enfermedad puede conducir a la ceguera permanente.
El diagnóstico suele ser clínico y se basa en el hallazgo de signos característicos (p. Ej., Hipertrofia folicular, cicatrices conjuntivales y crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en la córnea).
C. trachomatis puede aislarse en cultivo o identificarse mediante técnicas de PCR e inmunofluorescencia.
El tratamiento consiste en antibióticos tópicos o sistémicos. En general, se utilizan azitromicina o, alternativamente, doxiciclina y tetraciclina. La mejora de la higiene personal y las medidas ambientales (por ejemplo, acceso a agua potable y saneamiento adecuado) pueden reducir la reinfección. El entropión debe ser tratado quirúrgicamente.