fútbol

Entrenamiento de pollitos y principiantes.

POLLUELOS

Durante esta edad, comenzamos a ver un desarrollo físico progresivo y equilibrado del niño.

Desde el punto de vista motor, existe un mayor control voluntario del cuerpo y una buena coordinación.

El grupo es cada vez más importante y el entrenador desempeña un papel central en la vida del niño.

Debe destacarse el desarrollo de la capacidad de asociar la causa con el efecto y el realismo técnico-táctico y crítico.

Los objetivos que se perseguirán durante esta era son: socializar, superar el miedo al contacto con el suelo y el adversario, estimular la iniciativa individual, conocer y respetar las reglas del juego, organizar un proyecto individual teniendo en cuenta el espacio. y de tiempo, mejorando los patrones motores básicos y las capacidades sensoriales-sensoriales, aumentando la capacidad de reacción, diferenciación, ritmo, equilibrio y organización espacio-temporal; Mejorar la movilidad articular.

Los objetivos más específicos, relacionados con el juego, están representados por: el conocimiento de las reglas fundamentales del juego y los principios básicos de ataque (anotar, avanzar, intentar no perder el balón) y la defensa (oponerse al oponente en posesión del balón). defender su propia puerta, empujar el equipo hacia adelante), el desarrollo de la capacidad de dominar la pelota.

Al final del ciclo de entrenamiento, el niño debe poder evaluar las trayectorias de pie, dominar los patrones motores básicos en el ataque y la defensa, no tirar la pelota, ir a la pelota, dirigir y controlar la pelota con diferentes partes del pie., ejecuta las persecuciones laterales con los pies en el suelo, golpea la bola de la cabeza, enfrenta al oponente en posesión de la bola, usa simples mensajes verbales en el ataque, conoce el 2c1 en defensa, ocupa correctamente la zona de peligro: solo hay un jugador en la bola .

PRINCIPIANTES

Durante este grupo de edad, la resistencia es la capacidad condicional básica que se ve menos afectada que el desarrollo de la pubertad del niño. Hay una reducción en la capacidad de equilibrio y la dificultad de movimiento. Por otro lado, hay un aumento en la fuerza, en particular la fuerza explosiva, y un aumento en la velocidad.

La esfera socioafectiva enfatiza el aumento de la autoestima, el desarrollo de la capacidad de autocrítica y la importancia de sentirse aceptado por el grupo, de ahí el sentido de pertenencia.

La capacidad de colaborar por parte del niño aumenta.

Desde el punto de vista socio-afectivo, los principales objetivos a perseguir están, por lo tanto, representados por:

- la seguridad de uno mismo y de las propias capacidades;

- Respeto y cooperación con los compañeros.

Las capacidades de coordinación y condicionales que debemos desarrollar deben estar representadas por: combinación, diferenciación, equilibrio, adaptación y transformación, organización espacio-temporal, rapidez, fuerza rápida, movilidad articular, capacidades de percepción sensorial y patrones motores.

Al final del ciclo de entrenamiento, el niño debe poder conocer las reglas básicas del juego, para adquirir los principios básicos de ataque y defensa (ataque: posesión del balón, profundidad y capacidad para terminar, defensa: ralentizar la acción del oponente y asombroso), para desarrollar la capacidad de dominar el balón y aumentar el equipaje técnico general.

En un sentido más específico, el estudiante tendrá que ser capaz de: evaluar las trayectorias, mantener la posición en el campo, combinar múltiples patrones motores entre ellos, jugar en múltiples posiciones de campo, pasar la pelota y hacerla útil nuevamente, patear el cuello pie, golpee la bola de contrapeso, ejecute los tiros laterales con precisión, controle la bola del muslo y el pecho, ejecute los lanzamientos con el pie fuerte, golpee la cabeza desde la posición estacionaria y en la elevación, combine más gestos técnicos entre sí (por ejemplo, parada + disparo), cambie de dirección con una finta, tire de la puerta con la pelota en movimiento, sea más preciso en los pasajes, golpee la pelota sobre la marcha, sepa cómo proteger la pelota en defensa y marque a un hombre.

En colaboración con los compañeros de equipo, el niño debe ser capaz de: usar los mensajes de comunicación verbal, realizar el uno-dos, apoyar al portador de la pelota, dictar el pasaje, privilegiar los pasos en profundidad, hacer las superposiciones, utilice la superioridad numérica (2> 1) e implemente los principios básicos de la defensa colaborativa (avance y cobertura).

Durante esta edad es necesario evitar la especialización temprana, dando lugar también a otros deportes como el rugby (para superar el miedo al contacto con el oponente y el suelo), el voleibol (para el estudio de las trayectorias) y el baloncesto (para coordinación general).

Editado por: lorenzo boscariol