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Síntomas del síndrome fibromialgico

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definición

La fibromialgia es una enfermedad que afecta el sistema musculoesquelético, causando dolor generalizado, fatiga marcada con agotamiento fácil y aumento de la tensión muscular.

Las causas subyacentes del trastorno aún no se han definido completamente, pero es probable que varios factores (bioquímicos, genéticos, neuroquímicos, ambientales, hormonales, psicológicos, etc.) puedan estar involucrados. Una de las teorías más sostenidas muestra una anomalía cargada en algunos neurotransmisores, es decir, los mediadores químicos que intervienen en la comunicación entre las células nerviosas y la intervención de determinadas sustancias hormonales.

Sin embargo, en casi todos los casos, se puede identificar un evento desencadenante relacionado con el inicio de la fibromialgia, incluso cuando esto no parece estar asociado con la enfermedad (por ejemplo, traumatismo físico o emocional, desequilibrios hormonales, trastornos del sueño y enfermedades infecciosas).

Síntomas y signos más comunes *

  • tinnitus
  • postración
  • astenia
  • Boca seca
  • mareo
  • palpitaciones
  • coxalgia
  • Calambres musculares
  • cruralgia
  • depresión
  • Dificultad de concentración.
  • Dismennorea
  • Trastornos del humor
  • Dolor de cuello
  • Dolor en el esternón
  • Dolor pélvico
  • Dolores musculares
  • Fascinación muscular
  • fotofobia
  • insomnio
  • Intolerancia al calor
  • hiperalgesia
  • hiperestesia
  • Dolor de espalda
  • Dolor de cabeza
  • parestesia
  • Piel seca
  • Pérdida de coordinación de movimientos.
  • Pérdida de equilibrio
  • polaquiuria
  • Rigidez articular
  • Sequedad ocular
  • Sensación de frio
  • Sindrome de raynaud
  • Estado confusional
  • estranguria
  • Visión borrosa

Direcciones adicionales

La fibromialgia puede presentarse con una amplia gama de síntomas, pero comúnmente se caracteriza por la coexistencia de:

  • dolor musculoesquelético generalizado y persistente (a veces severo);
  • dolor en los músculos, áreas adyacentes a las inserciones de tendones y tejidos blandos;
  • rigidez muscular
  • Fatiga constante y limitante.
  • Relajación local pobre.

Estas manifestaciones pueden verse agravadas por ansiedades y estrés emocional, actividad muscular excesiva, sueño reducido o falta de descanso, trauma y exposición a la humedad o el frío. La fibromialgia tiende a ser crónica, pero puede tener una remisión espontánea o los síntomas pueden recurrir a intervalos frecuentes.

La rigidez y el dolor a menudo comienzan de manera gradual, difusa, con un carácter sordo. Para ser considerado "generalizado", el dolor debe afectar el lado izquierdo y derecho del cuerpo, tanto por encima como por debajo de la cintura, y el esqueleto axial (columna cervical, tórax y región lumbar).

Además de la hiperalgesia, muchos pacientes fibromialgicos presentan alodinia (es decir, perciben dolor en respuesta a estímulos que normalmente no son dolorosos) y puntos sensibles. Estas últimas corresponden a áreas musculares específicas y circunscritas e inserciones tendinosas que evocan una respuesta particularmente aguda en el paciente, cuando se la somete a una palpación.

El descanso a menudo es perturbado por el dolor y muchas personas tienen insomnio y frecuentes despertares nocturnos. El cansancio y la falta de sueño reparador pueden asociarse con alteraciones en la memoria y dificultad para concentrarse (en inglés, estas manifestaciones se denominan "fibro-niebla", es decir, "fibromialgia niebla").

La fibromialgia puede causar cambios en la sensibilidad normal (entumecimiento en los dedos y / o dedos de los pies, disestesia térmica y parestesia), fasciculación (contracción espontánea, rápida y en intervalos regulares de una o más unidades motoras, sin resultado motor), disminución de la fuerza Músculo en manos y brazos y calambres (especialmente en la noche).

Además, aquellos que la padecen tienden a estar ansiosos o deprimidos. Muchos pacientes también tienen un síndrome de colon irritable concomitante o dolor de cabeza por tensión. Otros posibles trastornos asociados de manera variable con la fibromialgia incluyen dolor pélvico crónico, fenómeno de Raynaud, dismenorrea, palpitaciones, problemas urológicos (incontinencia parcial, pollakiuria y micción dolorosa), visión borrosa y fotofobia (sensibilidad excesiva a la luz), hipersensibilidad de la piel con erupciones en la piel, Ojos y boca secos, tinnitus, alteraciones en la coordinación, mareos y trastornos temporomandibulares.

El diagnóstico se sospecha en pacientes que tienen los siguientes criterios: astenia como síntoma predominante; mialgia generalizada durante al menos 3 meses, especialmente si es desproporcionada en comparación con los signos clínicos; pruebas de laboratorio (por ejemplo, VES, proteína C reactiva y CK) negativas a pesar de los síntomas. El diagnóstico diferencial debe hacerse con respecto al síndrome de fatiga crónica, polimialgia reumática y agravaciones de la artritis reumatoide o lupus eritematoso sistémico.

El tratamiento de la fibromialgia incluye ejercicio aeróbico (p. Ej., Caminar, nadar y hacer ejercicio), compresas locales calientes, masajes y una mejor calidad del sueño. Importante es el manejo del estrés en general con ejercicios de respiración profunda, meditación y apoyo psicológico. Además, puede estar indicada la administración de fármacos para facilitar la relajación local y analgésicos para reducir el dolor muscular. Se pueden recetar dosis bajas de antidepresivos tricíclicos o medicamentos de la familia de la ciclobenzaprina para promover el descanso nocturno.

Por lo general, el pronóstico funcional es favorable en pacientes seguidos de un programa de apoyo integral, aunque los síntomas tienden a persistir en cierta medida.