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Síntomas Ataque isquémico transitorio

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definición

El ataque isquémico transitorio (o AIT o un mini accidente cerebrovascular) es un trastorno neurológico atribuible a un suministro insuficiente de sangre al cerebro (isquemia cerebral focal). Es una condición temporal, a menudo debido a la presencia de un trombo, un émbolo o una estenosis en un vaso sanguíneo, que impide la pulverización normal del cerebro. El ataque isquémico transitorio difiere del accidente cerebrovascular isquémico debido a la rápida reversibilidad de los síntomas (dentro de las 24 horas).

Los factores que predisponen al inicio son numerosos. Entre las condiciones de mayor riesgo, se encuentran las enfermedades cardiovasculares, los ritmos cardíacos anormales y la presencia de placas ateroscleróticas. Otros factores de riesgo para el ataque isquémico transitorio son las enfermedades que alteran la viscosidad o la coagulación de la sangre, la presión arterial alta, los niveles elevados de triglicéridos y el colesterol, la diabetes, el hábito de fumar, el abuso del alcohol y La obesidad y la inactividad física.

Síntomas y signos más comunes *

  • tinnitus
  • afasia
  • agnosia
  • Amaurosi fugaz
  • apraxia
  • mareo
  • disartria
  • hemianopsia
  • hemiparesia
  • hemiplejía
  • Hormigueo en el brazo derecho
  • Hormigueo en el brazo izquierdo
  • Hormigueo en la mano derecha
  • Hormigueo en la cabeza
  • Hormigueo en las manos
  • Hormigueo en las piernas
  • hipoestesia
  • Dolor de cabeza
  • parestesia
  • Pérdida de coordinación de movimientos.
  • Pérdida de equilibrio
  • presincopales
  • Reducción de la visión
  • modorra
  • Estado confusional
  • desmayo
  • mareo
  • Doble vision

Direcciones adicionales

El ataque isquémico transitorio surge repentinamente, con síntomas que recuerdan a los de un accidente cerebrovascular isquémico. Sin embargo, a diferencia de este último, las manifestaciones duran desde unos pocos minutos hasta unas pocas horas, y luego se resuelven espontáneamente sin dejar un daño cerebral permanente.

Los síntomas más frecuentes son: dolor de cabeza (insoportable), pérdida repentina de la visión (o parte del campo visual), disminución de la sensibilidad, deterioro motor de las extremidades superiores o debilidad de la mitad del cuerpo. Además, puede aparecer paresia facial, dificultad para caminar y mantener el equilibrio, problemas en la comprensión y articulación de las palabras. En algunos casos, se producen cambios en el estado de vigilancia y pérdida de conciencia. La aparición de otros déficits neurológicos depende del área del cerebro que carece de suministro de sangre.

Un ataque isquémico transitorio siempre debe manejarse como una emergencia, ya que a menudo anticipa un ataque cerebral.

El diagnóstico implica la realización de exámenes clínicos e instrumentales, como tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética, angiografía cerebral, ecocardiograma (transtorácico o transesofágico) y análisis de sangre, junto con detección de factores. de riesgo de accidente cerebrovascular.

El tratamiento de un ataque isquémico transitorio implica la corrección, con una terapia farmacológica adecuada, de los trastornos trombóticos o embólicos que desencadenaron el trastorno. Cuando el caso lo requiere, también se realiza cirugía (p. Ej., Endarterectomía carotídea y angioplastia arterial con colocación de un stent). Cambiar el estilo de vida (abstenerse de fumar, la actividad física regular y una nutrición adecuada) puede prevenir más ataques isquémicos transitorios.