generalidad
La hemorragia subaracnoidea es un derrame de sangre en el espacio entre la aracnoides y la piamadre (dos de las tres membranas, o meninges, que cubren y protegen el cerebro). El sangrado puede ocurrir de manera espontánea o derivar de una lesión en la cabeza o una ruptura de un aneurisma cerebral.
causas
Las hemorragias subaracnoideas son causadas principalmente (85% de los casos) por la ruptura de un aneurisma cerebral (dilatación patológica de una arteria cerebral con debilitamiento de la pared y más fácil de romper). Algunas veces el episodio de sangrado puede ser provocado por un aumento en la presión arterial.
Otras causas menos comunes incluyen:
- Malformaciones arteriovenosas;
- Traumatismo craneal
- Tumores cerebrales;
- encefalitis;
- Vasculitis.
diagnóstico
Para diagnosticar una hemorragia subaracnoidea, el médico evalúa los síntomas y puede prescribir una serie de pruebas para determinar la causa de la afección:
- Tomografía computarizada: es una exploración mínimamente invasiva (implica la exposición a una pequeña dosis de radiación ionizante) que permite examinar las estructuras anatómicas dentro del cerebro y confirma (o excluye) la presencia de un derrame sanguíneo.
- Resonancia magnética: proporciona una vista detallada de los tejidos blandos del cerebro y se utiliza para controlar la condición en los días posteriores al inicio.
- Angiografía cerebral : determina con precisión el origen de la hemorragia subaracnoidea. Se inserta un catéter en una arteria y se pasa a través de los vasos sanguíneos del cerebro, luego se inyecta un medio de contraste que permite adquirir las imágenes radiográficas.
tratamiento
La hemorragia subaracnoidea es una emergencia médica y requiere tratamiento inmediato. Una vez identificada la causa y la ubicación del sangrado, se realiza una terapia médica o quirúrgica para detener el sangrado, eliminar un posible coágulo y aliviar la presión intracraneal.
El tratamiento está dirigido a controlar los síntomas y controlar cualquier complicación que pueda ocurrir, incluyendo:
- resangrado;
- Vasoespasmo cerebral (involucra el estrechamiento de las arterias, con reducción del suministro de sangre al cerebro);
- Acumulación de líquido en el cerebro (hidrocefalia).
El abordaje quirúrgico tiene como objetivo reparar el origen de la hemorragia subaracnoidea, incluidas las malformaciones arteriovenosas, los aneurismas cerebrales o las lesiones debidas a traumas. El pronóstico de la hemorragia subaracnoidea ha mejorado en las últimas décadas y la mayoría de los pacientes sobreviven. Sin embargo, la recuperación puede ser un proceso lento y, a menudo, frustrante.
Cómo reducir el riesgo
Para prevenir la hemorragia subaracnoidea, se pueden tomar tres medidas efectivas:
- Dejar de fumar
- Consumo moderado de alcohol;
- Tome medidas para mantener la presión arterial dentro de los parámetros normales (como, por ejemplo, hacer ejercicio con regularidad y respetar una dieta sana y equilibrada).