salud de la piel

Los síntomas de la psoriasis

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definición

La psoriasis es una condición inflamatoria de la piel. Es una enfermedad no contagiosa, generalmente con recaídas crónicas.

La psoriasis se debe a la hiperproliferación de los queratinocitos epidérmicos y se asocia con la inflamación de la epidermis y la dermis. Este proceso es responsable de la aparición de lesiones (placas), con eritema (enrojecimiento) y descamación (el reemplazo de las células de la piel es mucho más rápido: va de 28 a 3-7 días).

Las causas de la psoriasis aún no se han aclarado por completo, pero el sistema inmunológico ciertamente desempeña un papel. La enfermedad puede ocurrir a cualquier edad, a menudo como resultado de factores desencadenantes como: traumas (mecánicos, químicos, alérgicos u otros), infecciones, quemaduras solares, cambios hormonales, alcohol y tabaquismo, estrés emocional y algunos medicamentos (en particular: β-bloqueantes, cloroquina, litio, inhibidores de la ECA e interferón alfa). La familiaridad también es común (varios genes están potencialmente involucrados en el inicio de la enfermedad).

Formas de psoriasis

La variante de placa (psoriasis vulgar) es la forma más común (80-90% de los casos)

Síntomas y signos más comunes *

  • alopecia
  • Aumento de la ESR
  • Cuero cabelludo seco
  • Disminución de la sudoración
  • Dolor en el pene
  • Dolor en la mano y en la muñeca.
  • Dolores en las articulaciones
  • Hemorragia subungueal
  • eosinofilia
  • eritema
  • Hinchazón de las articulaciones
  • Hiperqueratosis subungueal
  • La hiperuricemia
  • hypohidrosis
  • leuconiquia
  • leucopenia
  • onicólisis
  • pápulas
  • Piel seca
  • Picadura de uñas
  • placas
  • picazón
  • Comezón en la pierna
  • Picar a mano
  • Prurito en la cabeza
  • Picazón vaginal
  • pústulas
  • Ragadi Dita
  • Rigidez articular
  • Rigidez de los músculos de la espalda y cuello.
  • seborrea
  • Escamas en la piel
  • Tacones agrietados
  • Uñas quebradizas
  • Uñas gruesas y opacas

Direcciones adicionales

En la mayoría de los casos, la psoriasis se manifiesta con pápulas y placas con márgenes afilados. Estos parches eritematosos (rojizos) y redondos se cubren con escamas de color gris plateado, debido a la aceleración del recambio de células epidérmicas. Dichas lesiones pueden ser asintomáticas o causar solo una leve picazón ocasional; Sin embargo, las implicaciones estéticas pueden ser importantes.

Las áreas más afectadas por la psoriasis son el cuero cabelludo, los codos, las rodillas y el surco glúteo. Las plantas de los pies y las palmas de las manos, las cejas, las axilas, el ombligo y la región perianal también pueden verse afectadas. Las placas se levantan en la piel y tienen un tamaño variable: pueden tener dimensiones de unos pocos centímetros o afectar una gran parte de la superficie del cuerpo debido a la confluencia de lesiones contiguas. La gravedad de la enfermedad y el impacto en la calidad de vida también varían de persona a persona. La psoriasis también puede afectar las uñas (causa depresiones irregulares, engrosamiento, onicolisi y descamación de la placa ungueal), las membranas mucosas y la región cercana a los ojos (psoriasis ocular). Algunas personas pueden desarrollar una enfermedad grave con afectación de las articulaciones (artritis psoriásica: típicamente ocurre con dolor, hinchazón y rigidez articular).

Las lesiones cutáneas aparecen gradualmente y se caracterizan por un curso de recaída crónica: los períodos de remisión en los que la sintomatología se atenúa o desaparece por completo pueden alternarse con otros en los que los síntomas se vuelven más graves.

Dependiendo de la apariencia de las lesiones, se reconocen diferentes subtipos de psoriasis. Entre estos, la psoriasis en placa (o psoriasis vulgar) es la forma más frecuente.

El diagnóstico se basa en el aspecto clínico y la distribución de las lesiones cutáneas. En raras ocasiones, es necesario realizar un examen histológico (biopsia) para excluir otras afecciones.

Las opciones terapéuticas son numerosas, incluso si no son resolutivas, pero están destinadas a mantener la enfermedad bajo control. Los tratamientos para las formas más leves de la psoriasis incluyen el uso de emolientes (cremas o pomadas), medicamentos tópicos (que incluyen análogos de la vitamina D, retinoides, derivados del alquitrán y corticosteroides) y fototerapia. En casos severos, es necesario usar medicamentos sistémicos (metotrexato, ciclosporina o medicamentos biológicos).