Ver también: cumarina en cosmética.
Las cumarinas son una familia de sustancias naturales ampliamente distribuidas en el mundo vegetal. Desde el punto de vista químico, estos son derivados de 5, 6-benzo-2-pirona, mejor conocidos como cumarina.
El término cumarina se deriva de la Coumarona odorata, una leguminosa de América del Sur a partir de la cual se aisló la molécula por primera vez en la lejana década de 1820.
En el mundo de las plantas, las cumarinas se pueden encontrar tanto en forma libre como en forma glicosídica, es decir, unidas como aglicona a una parte azucarada. La gran heterogeneidad estructural de estas sustancias refleja una variabilidad farmacológico-terapéutica igualmente amplia.
Cumarinas con una acción flebotónica.
Cumarinas con acción anticoagulante.
Cuando a fines del siglo XIX, los agricultores de América del Norte introdujeron el trébol dulce (meliloto) en sus pastos y en la alimentación del ganado, muy pronto apareció una epidemia hemorrágica, que pocos años después se descubrió que estaba relacionada con el uso de Este nuevo forraje.
Cumarinas con acción espasmolítica.
Un ejemplo de sustancias vegetales con propiedades hipotensoras y espasmolíticas, capaces de inhibir la contracción espástica del músculo liso gastroentérico y genitourinario asociado con dolores como cólicos o en el colon, es administrado por las cumarinas de Viburnum prunifolium (escopoletina) y de Angélica (aceite esencial extraído de las raíces).
Cumarinas con acción antibacteriana y antiviral.
La umbeliferona presente en las partes aéreas de Pilosella y en las resinas de muchas Umbelliferae, además de usarse como protector solar, ha mostrado interesantes propiedades antibióticas, especialmente contra la Brucella, agente etiológico de la brucelosis. La esculetina mencionada, por otro lado, exhibe propiedades bacteriostáticas y antifúngicas, mientras que la dafnoretina y las 3-fenilcumarinas han mostrado propiedades anti-hepatitis B y anti-VIH, respectivamente.
Cumarinas con acción antiinflamatoria.
Melilotus cumarina promueve la cicatrización y la regeneración de los tejidos, gracias al antiedemigeno, el capilarótropo y la estabilización de la membrana eritrocítica (contrasta el aumento de la permeabilidad vascular, un elemento extremadamente importante en los fenómenos inflamatorios). La esculetina, por otro lado, inhibe la síntesis de prostanoides (prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos), moléculas involucradas en reacciones asmáticas, alérgicas e inflamatorias.
Cumarinas con acción fotosensibilizante.
Efectos secundarios de las cumarinas.
Se debe tener especial cuidado con el uso de hierbas secas a base de cumarina, debido a la capacidad ya mencionada para producir dicumarol en situaciones particulares (ver fermentación de Meliloto). Por razones obvias, tales preparaciones están absolutamente contraindicadas en pacientes que reciben terapia anticoagulante (cumadina, sintrom) o antiplaquetario (aspirina, clopidogrel, etc.). Debe decirse, sin embargo, que la cumarina y otras cumarinas no poseen actividades anticoagulantes notables, por lo que en el nivel fitoterapéutico no deben confundirse con dicumarol y sus aplicaciones terapéuticas. La garra del diablo, el boldo, el fenogreco y la angélica china son ejemplos de drogas cumarinas para las cuales se han reportado episodios importantes de interacción de drogas, con un aumento de la actividad anticoagulante de drogas como la warfarina.
Entre los derivados de cumarina, las aflatoxinas producidas por mohos del género Aspergillus a partir de cumarinas, desempeñan un papel toxicológico muy importante, ya que aumentan significativamente el riesgo de carcinoma hepático primario. La cumarina en sí misma es moderadamente tóxica para el hígado y los riñones.
Finalmente, debido a su potencial toxicidad, las cumarinas están contraindicadas durante el embarazo y la lactancia.