El glaucoma secundario se refiere a todos los casos en que otras afecciones médicas causan o contribuyen al aumento de la presión ocular, con daño del nervio óptico y pérdida de visión.
Puede ocurrir como resultado de lesiones oculares graves, trombosis retiniana, sangrado, estados inflamatorios, tumores y casos avanzados de cataratas.
Una forma grave de glaucoma, llamada neovascular, puede ser el resultado de una diabetes mal controlada o presión arterial alta.
El glaucoma secundario también puede ser inducido por el uso de ciertos medicamentos que pueden aumentar el tono ocular, como antidepresivos, antineoplásicos, agentes antihipertensivos o esteroides tomados durante un largo período de tiempo.