Importancia de la protección solar.
Los niños son más susceptibles al daño solar que los adultos, ya que tienen una epidermis mucho más delgada y porque los melanocitos aún son inmaduros y contienen menos melanina.
Características importantes
Es recomendable utilizar un producto con una protección alta (SPF 30 o SPF 50) y luego descender muy gradualmente (también según el fototipo), pero nunca por debajo de un factor de protección 15.
Como todos los demás productos para niños, los productos solares para niños deben formularse minimizando el riesgo de alergias, no deben contener fragancias ni colorantes. Es deseable que sean lo más resistentes posible al agua y la arena.
El producto elegido obviamente debe contener filtros efectivos contra los rayos UVA y UVB. Las emulsiones de A / O son la forma técnica que se prefiere para bebés y niños muy pequeños porque le dan al producto una mejor repelencia al agua y resistencia al agua al hacer una buena emoliencia en la epidermis gracias a la fase lipofílica externa que forma una película en la piel. Las emulsiones de A / O son más aceitosas, más difíciles de esparcir y estéticamente menos agradables, pero permanecen más tiempo en la piel, lo que reduce la pérdida de agua transepidérmica y permite una hidratación duradera. Para los niños mayores es posible usar O / A, leches y emulsiones en aerosol con la previsión para volver a aplicarlas con frecuencia y, en particular, después de baños largos en agua.
Los filtros químicos pueden dar lugar a fenómenos de sensibilización. Por lo tanto, es preferible usar, especialmente en bebés y niños muy pequeños, productos solares que contengan solo filtros físicos (por ejemplo, dióxido de titanio). Es importante recordar que las formulaciones protectoras del año anterior nunca deben usarse, especialmente si están mal conservadas.
De hecho, con el tiempo, el producto pierde efectividad en parte, especialmente si ha excedido su PAO (período después de la apertura).
