drogas

Medicamentos para curar la lepra.

definición

La lepra, también conocida como enfermedad de Hansen, es una enfermedad infecciosa crónica que afecta principalmente la piel, las membranas mucosas del tracto respiratorio superior, los ojos y los nervios periféricos. A diferencia de lo que puede creer erróneamente, la lepra no es una enfermedad extremadamente contagiosa y se puede tratar de manera efectiva.

Hay tres formas diferentes de lepra: lepra tuberculosa, lepra lepromatosa y lepra limítrofe.

causas

La lepra es causada por una infección bacteriana sostenida por un microorganismo en particular: Mycobacterium leprae .

Se cree que el contagio se produce a través de la propagación en el aire de gotitas de saliva y secreciones nasales a través de la tos y el estornudo de las personas infectadas.

Sin embargo, es importante enfatizar que muchas de las personas que se infectan no desarrollan la enfermedad, gracias a la respuesta adecuada de su sistema inmunológico.

Los síntomas

El período de incubación de Mycobacterium leprae varía desde unos pocos meses hasta 7-10 años.

Entre los primeros síntomas que aparecen en pacientes con lepra, encontramos entumecimiento, debilidad, falta de sensibilidad al tacto y edema causado por la afinidad de M. leprae por las terminaciones nerviosas periféricas. Además, aparecen manchas hipopigmentadas con hipoestesia en la piel.

La enfermedad puede evolucionar favoreciendo la aparición de máculas, pápulas o lepromas (dependiendo de la forma de lepra que se desarrolle) que, a su vez, conduce a la aparición de ulceración grave y destrucción de los tejidos.

La lepra también puede afectar otros órganos y tejidos que causan daño a la mucosa nasal, daño ocular, fotofobia, glaucoma, ceguera, daño a los riñones hasta insuficiencia renal crónica, disfunción eréctil, ginecomastia e infertilidad.

Si no se trata adecuadamente, la lepra puede causar daño permanente a los nervios, ojos, nariz, músculos, huesos, testículos y riñones.

La información sobre la lepra: los medicamentos y el tratamiento de la lepra no pretenden reemplazar la relación directa entre el profesional de la salud y el paciente. Siempre consulte a su médico y / o especialista antes de tomar Lebbra - Medicamentos y tratamiento de la lepra.

drogas

Al ser una enfermedad infecciosa, los medicamentos utilizados para tratar la lepra son los antibióticos.

Más detalladamente, el tratamiento de la lepra implica la llamada terapia con múltiples medicamentos, es decir, el uso de dos o más medicamentos en combinación.

Además, el médico puede decidir recetar medicamentos corticosteroides para reducir la inflamación y el edema causado por la misma enfermedad.

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antibióticos

El tratamiento de primera línea que se realiza para el tratamiento de la lepra consiste en la asociación de dos antibióticos: la dapsona y la rifampicina (Rifadin®). La dapsona se debe tomar diariamente en una dosis de 100 mg. La rifampicina, por otro lado, debe tomarse una vez al mes en una dosis de 600 mg. A estos dos medicamentos podemos agregar un ingrediente activo adicional: la clofazimina, que debe tomarse diariamente en una dosis de 50 mg.

La terapia es muy larga y puede durar desde seis meses hasta dos o más años.

En cualquier caso, el tratamiento debe realizarse bajo la estricta supervisión del médico, que también determinará las dosis exactas de los medicamentos que se administrarán.

Otro medicamento que puede usarse en el tratamiento de la lepra es:

  • Claritromicina (Macladin®, Klacid®, Veclam®): la claritromicina es un antibiótico que pertenece a la clase de los macrólidos. Cuando se administra por vía oral, la dosis de claritromicina que se usa generalmente en adultos y adolescentes mayores de 12 años es de 250 a 500 mg de fármaco, que debe tomarse cada 12 horas.

    Sin embargo, en niños de seis meses a doce años, la dosis que se administra por vía oral es de 7, 5 mg / kg de peso corporal, que debe tomarse dos veces al día.

    Sin embargo, la cantidad exacta de ingrediente activo que debe usarse debe ser establecida por el médico.

Los corticosteroides

Los corticosteroides se pueden usar para controlar la inflamación y para reducir el edema de las terminaciones nerviosas periféricas causadas por la enfermedad.

Generalmente, los corticosteroides se administran por vía oral. La más utilizada es la prednisona (Deltacortene®). La dosis de mantenimiento no debe exceder de 10-15 mg por día.

En cualquier caso, la cantidad exacta de prednisona que debe tomarse debe ser establecida por el médico, quien puede decidir administrar una dosis inicial más alta y luego reducirla gradualmente, dependiendo de la respuesta del paciente al tratamiento, hasta que se logre un control adecuado de los síntomas.